Fears

♢ Capítulo 7. Fase 2.

Fase 2: Entrenamiento mental.

- Bien, chicos. Pueden retirarse- dijo Green anunciando el final del último entrenamiento físico. Los demás chicos habían terminado mucho después que yo.

- ¿Cómo lo hiciste?- me preguntó Susan alcanzándome en la puerta.

- ¿Hacer qué?

- ¡No te hagas la inocente! Terminar tan rápido la última fase.

- ¡Ah, eso!- le dije. No sabía qué responderle- No lo sé, sólo.... lo hice y ya- mentí. La verdad era que lo sabía muy bien: pensar en Baker, su obseción de mantenerne bajo vigilancia y la rabia que sentí al enterarme que mi tutor, al cual le había tomado confianza, era su espía.

Susan frunció el ceño, luego me sonrió.

- ¿Y ahora qué te pasa?- le pregunté.

- ¡Nada! Sólo estoy feliz porque eres buena en muchas cosas y eso... también es bueno para mí.

Volteé los ojos.

- Interesada.

- ¡No es interés!- se defendió- Te estoy animando... ¡Vamos, Anna!- dijo haciendome reír. Estaba totalmente loca.

Después de una ducha, fuimos al comedor.

- ¿Cómo creen que sea la segunda fase?- preguntó Ryan.

- No tengo ni idea- respondió Susan.

El sonido del parlante encendiéndose marcó un silencio total en la sala.

- ¡Buenas tardes, señores!- dijo Baker con su típico tono de hipocresía- Tengo que anunciarles una terrible noticia- murmullos llenaron el comendor- Las fases ya no se realizarán en el período establecido de cinco días. Ahora, cada una tendrá una duración de un sólo día, extendiéndose los entrenamientos a 10 horas diarias. La batalla se adelantará.- abucheos y gritos se escuchaban por todo el comedor.- Eso es todo. ¡Que la suerte nunca los abandone!

Me levanté de mi asiento y salí del lugar. Lo único que lograba escuchar a distancia, eran los gritos de todos en el comedor. Subí las escaleras corriendo hasta que me detuve en el piso 20. Me deslicé por una de las paredes, ya no podía respirar y me dolía el pecho. Me puse en posición fetal.

"TRANQUILA" decía con fuerza en mi cabeza para lograr estabilizar mi cuerpo.

Inmediatamente mi pequeño rompecabezas mental se terminó de armar. Realmente debía detener esto. Necesitaba tener mi pequeño grupo de aliados pero debía pensar bien a quien le diría mi plan. No podía ser a cualquiera porque podrían delatarme.

Un sólo nombre atravesó mis pensamientos: Matthew Owens.

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- Este día estuvo horrible- dijo Susan.

- Lo sé.

- No creo que pueda descansar.

- Deberías... mañana los entrenamientos estarán más pesados y...- me detuve cuando escuché sus ronquidos. Definitivamente, ella no tenía remedio.

Salí de la habitación silenciosamente justo después de haber comprobado que Susan estaba profundamente dormida.

Subí al último piso, como tenía acostumbrado a hacer, y me dirigí a la pared que Matthew me había enseñado la noche anterior, la empujé levemente y después de que se abrió, subí las escaleras.

Alguien me atacó por la espalda. Yo me moví logrando quedar encima de mi atacante. Éste me empujó con sus piernas haciendome caer por las escaleras. Mi cabeza chocó contra la pared.