♢ Capítulo Extra. Cicatrices.

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Nunca he sido una persona miedosa. Puedo asegurar que siempre he tratado de ser lo más valiente posible. Pero nadie es perfecto. Y las personas tienen cicatrices que de vez en cuando vuelven a abrirse dejando expuesto nuestro lado más vulnerable.


Yo tengo una de esas cicatrices. En realidad, tengo varias. Lamentablemente, mis cicatrices aún no cierran, aún no sanan y temo que nunca lo hagan.

Estoy expuesta.

Hay cosas que no se olvidan y que te queman por dentro cada vez que las recuerdas. Eso me pasa muy a menudo y, es que simplemente, se me hace imposible olvidar.

¿Cómo es que olvidaré algo que cambió mi vida... para siempre?

Fuego, oscuridad. Dos palabras que me perseguirán para toda la eternidad.

Cerrar mis ojos es una tortura constante. No puedo hacerlo sin imaginar, sin recordar ese doloroso momento.

Puedo sentirlo. Puedo sentir el calor de las ardientes llamas sofocarme, asfixiarme. Debo abrirlos de inmediato, debo recordar cómo respirar correctamente.

No puedo dormir tranquila. La oscuridad es otro de mis martirios, forma parte de mi pesadilla.

¿Lo peor de todo? Lo peor de todo es que debo superar esto sola. Porque así es como me siento, como me encuentro.

Con tan solo 14 años debo salir de mi casa y esconderme en un lugar que encontré hace muchos años. Aquí siento que respiro, desde aquí puedo ver La Torre, un tema del cual ahora no quiero hablar, pero que pronto conocerán.

Javidy no es un país muy desarrollado, al menos la tecnología no está disponible para los ciudadanos.

Recuerdo que una vez me escabullí cerca de La Torre y entré a una especie de computadora. Busqué dos definiciones de la misma palabra ese día:

Temor: 1. Miedo que se siente al considerar que algo perjudicial o negativo ocurra o haya ocurrido.
2. Sospecha de que algo es malo o puede conllevar un efecto perjudicial o negativo.

– Que puede conllevar un efecto perjudicial o negativo... conlleva a un efecto...

Esa noche no pude dormir, ya no me parecía extraño que no lo hiciera. Durante esa época el insomnio era algo normal en mí y aproveché el tiempo para pensar en lo que había leído.

Si el temor o miedo es el efecto que se originó después de ese suceso, debo encontrar una manera de superarlo.

Soy consciente de lo que pasará dentro de dos años y estoy dispuesta a llegar preparada.

No esperé a que amaneciera. Escapé de casa, mi madre no se preocuparía. Ella me culpa de lo sucedido.

Llegué de nuevo a mi escondite. Me senté con piernas cruzadas y cerré mis ojos, acción que se había convertido en la más difícil de realizar, acción que se me había vuelto imposible desde aquel momento.

- Tengo que hacerlo- me repetí múltiples veces, tratando de convencerme.- Debo hacerlo...

Una vez con mis ojos cerrados, todo recuerdo se reprodujo en mi cabeza como si fuera una película.

Me vi de niña, con unos ocho años. Esa simple imagen me erizó los vellos de la piel. Estaba jugando con mis muñecas, encerrada en mi cuarto. Las peinaba y cambiaba su ropa, hacía el papel de madre, reía y supe que me sentía feliz, algo que ya no sentía desde hace mucho.

Mis padres estaban en la sala. A esa hora solían charlar. No recuerdo en donde se encontraba mi hermano, justo en el momento en el que decidí buscarlo para que se uniera a mi juego, todo ocurrió.

FearsWhere stories live. Discover now