♢ Capítulo 12. Plaga.

212 32 5
                                    

- Esto no puede ser posible...- dijo Baker, furioso- Nuevamente derrotó su miedo y no sólo eso... ahora también derrota los miedos de los demás. Debo hacer algo al respecto con esta mocosa. ¡Green!- ordenó- Por favor, busca mis expedientes de los West. Se encuentran en uno de los libros de historia de Javidy.

- Sí, señor.

Arthur se dirigió hacia la repisa de la oficina y abrió todos los libros que se encontraban allí, pero obviamente, no los encontró. Anna los tenía.

Él recordó cuando los vio huir con unas carpetas en mano. Una sonrisa de alivio cruzó por su rostro. Se dirigió a Baker.

- Lo siento, señor, pero los archivos no se encuentran en los libros.

- ¿Cómo que no?- respondió levemente asustado.- Son unas carpetas amarillas con el apellido marcado en rojo. Búsquelas.

- Sé perfectamente cuáles son las carpetas, señor. No están.

- No pudieron haber desaparecido, Green.- dijo empujándolo para abrirse espacio.

Buscó en los libros, en las gavetas del escritorio e incluso debajo del mismo.

Su cara se tornó roja de la ira. Se dirigió al control de mando del campo de batalla.

- ¿Qué hará, señor?

- Algo que debí haber hecho hace mucho tiempo.

Presionando uno de los botones, envió una plaga infecciosa que nadie se esperaba, ni siquiera West.

•○•○•○•○•○•○•○•

Seguíamos y seguíamos caminando. No teníamos una dirección específica, sólo intenrabamos buscar "una aguja en un pajar". No sabía en dónde estaba Susan y eso empezaba a preocuparme. Ella se había ganado mi confianza y cariño, no puedo abandonarla simplemente.

- Anna- llamó Matthew.

- Dime.

- De verdad, de verdad lo siento mucho.

- ¿Qué es lo que sientes? ¿Haber dejado que casi me matara tu miedo, hacer que saltara de un arból doblándome mi tobillo o actuar como cobarde sabiendo que nuestra vida depende de no comportanos así? ¡¿Qué es lo que sientes?!- dije alterandome un poco al final.

- Si... emm... todo eso- dijo apenado- Por cierto, ¿cómo se encuentra tu tobillo?

- Mucho mejor, gracias.

No distinguíamos si era de día o de noche. A dónde quiera que iba, la oscuridad me perseguía, cosa que no me sorprendió sabiendo todo lo que había hecho Baker. Finalmente, después de caminar un poco más, decidí hacer una parada para descansar un poco.

- Voy a prender una fogata, ¿bien?- avisó Matthew. Me tensé un poco ante la idea de estar frente al fuego pero no debía alimentar mi temor.

- Está bien.

Dentro de poco tiempo me quedé dormida. Soñé nuevamente con mi hermano.

Él corría hacia mi y trataba de avisarme algo. No podía escucharlo. Traté de hablar pero mi voz tampoco se escuchaba. Por lo que sé, cuando eso sucede, es una pesadilla, un mal sueño.

FearsWhere stories live. Discover now