♢ Capítulo 13. Se valiente.

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- ¿Sí, señor?- dijo Arthur mientras entraba en la oficina de Baker. Nuevamente su plan había fallado y eso no le había gustado para nada.

- Traígame una aspirina, Green. Este dolor de cabeza me está matando.- dijo frotando sus sienes.

- Por supuesto.

Green estaba preocupado por el siguiente plan de Baker, sabía que nada bueno ocurría, estaba preocupado por Anna, él conocía su potencial y confiaba en ella para poder salvar a Javidy. No podía pasarle nada y él se encargaría de eso.

Fue a la enfermería y tomó una aspirina para entregarsela a Baker. Debía ganarse su confianza.

Regresó a la oficina. Baker ya no estaba sentado en la silla de su escritorio, ahora se encontraba buscando algo en unos libros.

- ¿Qué sucede, señor?

- ¿Trajo mi pastilla?- ignoró su pregunta.

- Sí, tomé. Pero, ¿qué es todo esto?

- West está jugando sucio. Si ella va a jugar de esa manera, está bien, pero yo no me quedaré atrás.

- Señor, ella no ha hecho nada malo, es decir, no ha roto ninguna regla y...

Baker cerró el libro con fuerza interrumpiendo las palabras de Green.

- No me digas que le has tomado cariño, Green. ¿Cuántas veces debo repetirte que no te conviene estar en mi contra?

- Muchas veces, señor. Y no, no le he tomado cariño a West. Yo estoy de su lado- mintió.

- Buena decisión. Ahora, respondiendo a tu pregunta, estoy buscando la manera de colocar nuevas trampas en el campo de batalla.

- Señor, con eso no sólo lastimaría a West, todos los concursantes estarían en riesgo.

- ¿Y? ¿Acaso crees que los demás niños ahí dentro me interesan? En lo absoluto, que deteste más a West es otra cosa. No me interesa la persona que gane, sólo sé que no quiero que sea ella.

Arthur se quedó en silencio.

- ¡Eureka!- volvió a hablar Baker.

- ¿En... encontró algo?

- Por supuesto que sí.- dijo dejando el libro en la mesa.

Arthur se acercó para poder ver qué era lo que tramaba Baker. Sus ojos se abrieron en sorpresa. Esto no sería bueno.

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Me desperté después de unas horas. El fuego se había apagado y Matthew se había dormido.

- El mejor guardia...- dije para mí.

Me levanté para ver si había alguien cerca de la caverna, sin embargo, todo estaba oscuro y no pude distinguir muchas cosas.

Me conformé con el silencio del lugar, eso quería decir que la plaga se había alejado. No estaba segura si se habría terminado.

Estaba sedienta. No recuerdo cuantos días tenía sin hidratarme. Debía tomar agua pronto si no quería morir deshidratada. Tomé mi mochila y una de las linternas de Matthew. Salí de la cueva y comencé a caminar.

Lo único que escucuba era el crujido de mis pies contra las ramas y hojas secas del suelo.

Respiré hondo. Todo esto me comenzó a parecer extrañamente sospechoso. Seguí caminando.

FearsWhere stories live. Discover now