♢ Capítulo 23. Victoria.

158 25 3
                                    

- Despertó- dijo Baker con desesperación en su tono de voz.

Estaba preocupado, eso era obvio, Baker estaba preocupado. Estiraba su cabello hacia atrás con sus manos y daba vueltas por toda la habitación.

Sabía que debía recuperar la compostura. Ella había despertado antes de que la batalla terminara y eso no era buena señal para él.

No llamó a los uniformados y tampoco a su nuevo asistente principal, Arthur Green, esto era algo que él estaba decidido a resolver con sus propias manos y que terminaría de una vez por todas.

•○•○•○•○•○•○•○•

De la nada, todo se volvió negro por unos segundos y, al abrir mis ojos, me encontré de nuevo en la blanca habitación que dio inicio a esta batalla.

Recorrí todo el lugar con mi vista, aún me encontraba en la cápsula de cristal en donde me sumergieron en el profundo sueño con la inyección.

Ví a Matthew, también estaba despierto. Él también me notó y me asintió con su cabeza.

"Ahora" leí en sus labios. Una alarma comenzó a sonar por todo el lugar. Baker sabía que habíamos salido del campo.

Comencé a patear con todas mis fuerzas el cristal de la cápsula para poder salir. No se rompía, pero no me di por vencida.

En la cuarta patada, el cristal se agrietó. Aproveché la debilidad del vidrio y, apoyándome del otro lado, lancé una última patada que logró que este colapsara permitiendome la salida.

No dudé en salir corriendo de allí. Matthew también había salido, me siguió.

Ignoramos el hecho de que en ese preciso momento, eramos los más buscados.

No voy a mentir, temía que en el camino me encontrara con Baker o con algún uniformado y que me negaran llegar a mi destino: mi habitación.

Debía buscar los documentos que había escondido bajo mi cama. Debía tomarlos antes de que alguien más lo hiciera.

- ¿A dónde vamos?- me preguntó Matthew detrás de mi.

- A mi cuarto- respondí velozmente.

Los ascensores no funcionban. Giré mi cabeza, la puerta de las escaleras estaba abierta, quizás era una trampa pero no me importó. Era eso o nada.

Corrí hacia ellas y subí todos los pisos. De un empujón abrí la puerta de mi cuarto. Me agaché y metí la mano debajo de mi cama. Mis dedos rozaron con una superficie lisa, con mi mano saqué los papeles que se encontraban en perfectas condiciones.

- Los tengo- dije victoriosa.

Iba a salir pero la voz de Matthew me interrumpió.

- Anna, espera.

- ¿Qué sucede?

- ¿Escuchas eso?

- Es la alarma.- aclaré.

- ¡Exacto!- dijo- Sólo eso... sólo se escucha la alarma.

Tenía razón. Sólo eso se escuchaba, ¿qué estaba sucediendo? ¿Acaso había abandonado el lugar o algo así?

No me importó. Expondría esos documentos ahora mismo.

- Vamos- le respondí- no me interesa lo que Baker esté planeando en este momento. Es ahora o nunca, ya he dejado muchas cosas importante atrás como para rendirme ahora. Hundiré a Baker, lo hundiré hasta el fondo del infierno de donde salió.

FearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora