CAPÍTULO 16

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-POV LAUREN -

Al ver mi casa en llamas, bajé rápidamente del auto, pues lo dejé una calle antes por la seguridad de Camila.
Sentí mi corazón bombear con fuerza al ver el incendio.
Sólo corrí lo más rápido que pude y cogí la manguera del patio. Era una estúpida manguera que no serviría de nada, pero aún así lo intenté.
Mi casa, la casa que compré con mis ahorros se estaba haciendo cenizas.
De pronto, recordé la habitación de mi hija,sus cosas. Las cosas que había comprado para ella;su cuna, su ropita y sus juguetes.

Sin pensar en mi seguridad decidí meterme a rescatar las cosas de mi hija.
Cogí la manguera y comencé a rociar  agua sobre mí.

-¡Lauren!, ¡Lauren! No te acerques! -escuché los gritos de Camila.

-¡Llama a emergencias! -grité corriendo a la entrada.

-¡Lauren! No vayas!

-¡No, las cosas de mi hija están ahí adentro! - grité antes de entrar.

Había un calor infernal, las llamas ya habían invadido gran parte de sala. Rápidamente subí por las escaleras cubriendo mi rostro con ambos brazos. Al llegar a mi habitación cogí mis documentos, y algo de dinero ; todo lo metí en una estupida mochila.
No podía dejar de toser, el humo me estaba asfixiando y mi garganta ardía.

Llegué a la habitación de mi hija, cogí toda la ropita que pude, algunos biberones, mantitas y pañales. Miré la cuna de mi hija, sería imposible sacarla rápidamente de ahí, no entraba en la puerta, tendría que desarmarla. De pronto,escuché una explosión, la que hizo que la casa retumbara, por más que me doliera ver la habitación de mi hija desaparecer, ésta vez no podía hacer nada más y me sentia impotente.

Salí de la habitación y casi corrí para bajar las escaleras, pero me detuve al ver que no había salida, las llamas ya había cubierto la entrada y gran parte de las escaleras.

-¡Mierda! -comencé a toser, rápidamente regresé a la habitación de mi hija, me asomé por la ventana para ver el patio trasero, busqué rápidamente una forma de salir de aquí. Sin pensar, rompí la ventana con mi codo, y seguido aventé la mochila y las pocas cosas que llevaba en la mano.

Ahora ¿Cómo Carajo le haré para salir?. No podía lanzarme desde el segundo piso, eran por lo menos diez metros de alto. El humo pesaba aún más y comenzaba a sentirme mareada.
No puedo ahorgarme, no puedo quedarme aquí. Así que me atreví salir por la ventana.

-¡Carajo! No mires abajo, no mires abajo- no me gustaban las alturas, y el vértigo no me ayudaba mucho que digamos. De pronto, me colgué del barandal de la ventana y con mis pies intentando encontrar algo firme y seguro de pisar, pero no habia nada. Me estiré un poco más y debajo de mi pie izquierdo sentí una zona plana, parecía seguro. Pero no lo era, pues al pisarlo resbalé y caí sobre los arbustos.

Aunque había nieve, sentí mi espalda romperse en mil pedazos, y algunas espinas atravesar la piel de mis piernas y brazos. Era un dolor insoportable que recorría todo mi cuerpo, y agradecía al cielo que mi cabeza pegara justo encima de la mochila.

Otra explosión se escuchó desde adentro, no dudé en levantarme rápidamente. Al hacerlo, escuché crujidos provenientes de mi espalda y acompañados con punzones de dolor. Pero no me importó, cogí las cosas y me dirigí al frente de mi casa, mi casa, la aue ahora se estaba haciendo cenizas de una manera inexplicable.

Al mirar a la acera pude ver a Camila que sollozaba de una manera desgarradora. Así que me apresuré a llegar a ella, mientras escuchaba las sirenas de los 'bomberos'.

-Eh, Bella... -hablé con dificultad, ella levantó su mirada, seguido corrió abrazarme. Dejé caer las cosas al suelo y la envolví con mis brazos, teniendo un sentimiento aún más fuerte.

AMARTE ASÍ; CAMREN G!PKde žijí příběhy. Začni objevovat