El Delirio de un poeta

EL SENTIMIENTO DE LA LUNA.

 Ella se sentaba en su balcón a observar la luna y las estrellas todas las noches, contemplaba la belleza de algo tan simple como la luna, el brillo que salía de ella, sus hermosos tonos grisáceos. A veces se preguntaba cómo había personas que no se tomaban un minuto para contemplar tan magna belleza, ellos decían que "mejor era ver la telenovela". 

 Tantas noches que se sentó a contemplarla, que no se fijó que alguien se sentaba exclusivamente a mirarla. Observaba como sus ojos brillaban al ver salir asomarse el firmamento por las montañas. 

Emocionándose como una niña pequeña por algo que en algún momento tocaría. Una noche ella había preparado un cubrecama, unas cuantas almohadas, una sábana para cubrirse del frío. Acompañado de su telescopio tenía más riqueza que un cornucopio.

 Cuando se encontraba instalando su telescopio vio a un chico sonreírle desde el balcón del frente. Observó como Él escribía algo en un cuaderno, emocionada hasta el cuerno volteo y leyó lo que decía.

 "Me gusta el brillo de tus ojos que reflejan mi alegría" 

 Desde esa noche los ojos de la tierna muchacha no solo brillaban por la luna, porque sin saberlo, ahora ella era el brillo el cual se formaban en los ojos de él. Ella se había convertido mágicamente en una simple belleza que todos ignoraban. 

 Se había convertido en la luna que él tanto soñaba  

Jacotte