EL AMOR NO TIENE BARRERAS.

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El pensamiento de una persona puede variar a todo momento, al igual que sus emociones. ¿Pero porque la decisión de una persona cambia tan rápidamente?, esa pregunta se la hacía Jazmín siempre, le daba vuelta al tema hasta ponerse desesperadamente. Jazmín se preguntaba eso por miles de razones, una de ella era la traición inexplicable de las personas, el por qué lastimaban a alguien que querían mucho antes. Sin duda ellos no se sabían explicar un por qué claramente. Ella se sentaba hablar con unas de sus amigas, con la que más confiaba y le preguntaba.

— ¿Por qué las personas cambiaran tan rápido Alice?

—Porque no se sienten seguras — le decía Alice mirándola — ¿no estarás pensando nuevamente en él, cierto?

— Sé que te dije que lo olvidaría, pero, realmente es difícil hacerlo, y más cuando él se aparece en todas partes Alice — Respondió ocultando su rostro con las palmas de sus manos — simplemente es injusto, él se olvidó de mí, como si se tratase de un caramelo.

—Él es dañino para ti linda, debes olvidarlo, hay muchos chicos allá a fuera que estarían locos por ti, ¿lo sabes no?

— Lo se Alice, lo sé, pero olvidar es difícil para el que tiene corazón.

Los días pasaban y Jazmín aun tenia lo tenía en la mente, necesitaba olvidarse de él o terminaría suplicándole una explicación de por qué no le quería dirigir la palabra. Se negaba a ponerse en ridículo como la última vez y menos suplicándole a un idiota que ni la quería. Superar una ruptura era difícil, pero superar la traición que tu mejor amigo era incomparable.

Max lo era todo para ella, era su apoyo, su mejor amigo, su confidente, todo.

En el punto de Max, Jazmín era una increíble chica para él, era simplemente perfecta pero no le podía seguir hablando por que sus padres se lo demandaron. Las clases sociales de ellos era sumamente distintos, Max era de clase alta y Jazmín era de clase media, su relación era casi imposible. Un día, Max la llevo a su casa a una cena para presentarla como su mejor amiga a su familia, la cena fue estupenda pero cuando ella se marchó sus padres le reprocharon su clase social, que ella no era la chica con quien debería estar ni tampoco enamorarse, desde entonces le dieron un ultimátum, o se olvidaba de Jazmín o se iría un internado como su hermano.

Él se distanciaba, pero Jazmín insistía en seguir hablando. No quería herir sus sentimientos, pero lo estaba haciendo y eso lo destrozaba por dentro. El anhelaba estar con ella, pero tenía miedo de que sus padres lo descubrieran como la última vez y lo reprocharan tan tenaz mente que lo obligarían a irse a un internado, como su hermano mayor.

¡Se imaginarán porque está ahí!

Sí, porque también se enamoró de una chica de clase media y él no tuvo miedo de decírselos en la cara.

Esa tarde Max salió de clases y fue directo a donde estaba Jazmín, ya estaba cansado de verla triste y de torturarse a el mismo. La niña de mejillas rosadas se encontraba sentada en un árbol, tenía una expresión en su rostro muy pálido, los auriculares puesto y un libro en sus manos le hacían ver triste, era uno que él le había regalado por su cumpleaños, se dirigió hacia su lado y se arrodillo frente a ella mirándola fijamente mientras le tomaba de las manos. Ella levanto la vista sorprendida al ver que era él, después de tanto tiempo que la ignoro y no le quiso hablar.

— Que quieres Max — dijo Jazmín con una expresión fría.

— Yo... yo quería decirte, que lo siento, por la forma en la que te trate estos últimos días, pero necesitaba alejarme de ti — dijo Max viéndola.

— Si has venido a burlarte de mí o a humillarme, no pienses que te daré el gusto — se levantó rápidamente — ni pienses que hace el ridículo frente a todos, por ti.

— Jaz, Jaz, déjame explicarte por favor — dijo Max suplicándole.

— Nada de Jaz, a partir de ahora soy Jazmín para ti — dijo seca y empezó a caminar.

Max al escuchar las palabras de Jazmín lo destrozaban, ella siempre fue dulce con él, cariñosa y muy alegre. Ahora por culpa de su temor la estaba perdiendo y él se negaba aceptarlo.

— Te amo — dijo Max rápidamente y Jazmín se detuvo en seco y se dio la vuelta.

— Que dijiste — preguntó perpleja.

— Dije que Te amo Jazmín, lo he hecho durante todo este año y tuve que ocultarlo por mis padres, sabes lo que él piensa de tu clase y perdón por ser tan idiota y no defenderte frente a ellos, pero tengo miedo de que ellos me manden lejos de ti, no soportaría estar lejos de ti, estos días han sido una tortura para mi Jaz — dijo Max gritando, todos voltearon a mirarlo a los dos y ella se puso nerviosa por eso.

— Eres un idiota Max — dijo Jazmín y el bajo la cabeza.

— Lo sé, merezco que me digas eso y muchas cosas más Jaz — dijo Max empezando a darse la vuelta y se detuvo — Sabes, siempre te he querido, te apoyado en todo y lo eche a perder por mi estúpido miedo. Si me tengo que ir lejos por amarte, entonces lo hare Jaz.

— Max — dijo susurrando Jazmín — No tienes que irte lejos por amarme, eso lo empeoraría todo — dijo acercándose y acariciando la mejilla de Max — Yo te amo, antes, ahora y siempre lo hare. Al diablo con tus padres y su internado, si ellos te mandan al internado, pues yo me voy contigo — Finalizó.

Max al oír eso no pudo contenerse y la beso, la besaba como tanto tiempo lo soñaba y deseaba hacer, fue un beso que los dos disfrutaron, pero el cual les traería muchas consecuencias a ambos, pero en especial a Max, pero eso a él ya no le importaba porque estaba con Jazmín y ella valía eso y mucho más Max haría cualquier cosa por ella.

Para el amor no hay barreras, no hay clase social que los divida, no hay sexo que los discrimine, o color que pueda juzgar, el amor yace sobre nosotros y vive dentro de nosotros. El amor imposible es el que más desea uno, ese el cual te hace hacer locuras, pero no te importa porque las estás haciendo con la persona que amas, esa que te hace retar a tus padres o saltar de un parapente para demostrar que lo sientes.

Ese sentimiento dura para siempre.

Jacotte

El Delirio de un poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora