LA ESTACIÓN SIN FIN.

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— Dame un momento, un instante eterno.

"Ellos caminan bajo sus penas, insípidos, queriendo desarraigar la maleza".

Siguen avanzando aunque no puedan. Arrastrándose por toda la mierda. Ensuciando su alma con lamentos, contrayendo matrimonio con sus conceptos.

Piensan que nada es eterno. Y convulsionan cuando alguien les dice "No quiero".

¿Qué es bueno en esta cumbre?
Ya estamos arriba pero me vuelvo lúgubre.

Y sus ojos son puros y bellos. Los miro mientras escondo mi alma de desconcierto.

— Ya nada es concreto. —Espeto.

El aire se entremezcla con mis sentimientos, se los lleva lejos, no sé si sea bueno.

Cuando veo mi reflejo en algún lado me siento un competo desahuciado. Estoy perdido en la historia que jamás pudiste terminar, hundido en toda la mediocridad.

Son bonitas y prejuiciosas, sus labios denotan pura basura horrorosa. Y cuando les hablas de justicia se emboban, si las tratamos con equidad nos odian. Nadie las comprende, sabemos que todas están locas. Pero algunas son de Sodoma.

"—Me pinto los labios con el labial más caro y voy a fiestas chic para acostarme con los más millonarios".

—Los millonarios son ricos porque son inteligentes, si se acuestan contigo es porque te usan como un juguete.

La verdad es insolente y yo lo soy.
Tengo una familia a quien quiero con todo mi corazón. Pero a la estupidez la aborrezco como a un prófugo matón.

El sol ya salió cuando me despierto, sé que es tarde, no lo niego. Sé que ni tú, ni yo somos perfectos, así que, ¿Por qué no nos dejamos de tonterías y empezamos nuestros sueños?

Hallará el odio el amor necesario para volverse bueno. La comprensión se meterá en la mente de los incautos para conservar el denuedo.

Si no se lucha no se obtiene. Mi madre me enseñó de decepción cuando tenía siete.

—Solo un día más, por favor...
—El próximo domingo que venga te traeré un regalo mi campeón.
— ¿Me lo prometes Mamá?
— Te lo prometo. —Dijo estrechando el dedo meñique en señal de promesa.

Han pasado doce años desde aquella vez. Ella nunca llegó, pero mi fortaleza se incrementó.

"El don de la confianza es la más importante, abarca todo y cuando se rompe suele ser incurable".

Me agrada escribir bajo una noche entrañable, aquella en donde las estrellas te susurran cosas inimaginables. El viento no delira pesadumbre, sin embargo el río se pone bravo porque la naturaleza no es voluble.

Despierto más tarde que antes, me recuesto a la una porque a las dos ya sueño con desastres, mi memoria es tan frágil como mi sentido de crear. Si armo una carpa pienso en que esta se derrumbará.

— ¿Por qué me odias tanto? — Dice su memoria en mis sueños.
— No siento algo por quien me hizo ver el sufrimiento.
— No te creo...
— ¿Crees que te miento?
— Tus ojos me lo revelan.
— Mis ojos ya no miran bajo la niebla.

Grito arrinconado, suplicando que alguien venga a salvarme, no estoy en el infierno, quiero librarme.

Se separa la tierra incitando a que los demás se avienten, la nada es adictiva porque lo sienten, como ver a un niño llorar, nuestra mente puede varias deducciones formar.

Se pide inclusión, igualdad. Se debería pedir justicia, equidad.
De esa manera nuestros anhelos se llegarán a dar.

A. Neil.

El Delirio de un poetaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant