LA TEORÍA DEL CONDENADO.

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Me he convencido de que no existe alguien que te pueda salvar. He visto como todos rezan sin parar, exclamando síntomas de soledad, experimentando una grieta en su brevedad.

Se sientan bajo la tormenta alegando que es bella. Natural e irreemplazable, como la revista porno que esconden de sus familiares. Esa misma que trae desnudos abismales.

Los niños buscan el cariño de sus seres amados, pero ellos están envueltos en todo lo que han deseado.
Quieren ver el cielo menos gris, brillar sin ponerse barniz.

¿Qué más puedo decir?
Hay veces en donde seres como yo desearían partir.

"Nos acomodábamos sobre el pasto del parque desganado, cantando alguna canción bonita, intentando no ser un sodomita".

Veía su cuerpo con pecado, mi mente atravesaba delirios de adulterio, solo quería hacer que viese lo que siento. Tomar sus manos y nunca fallarle. Hablaríamos sobre el paraíso mientras descubriría que soy detestable.

La damisela lee la biblia a diario, un versículo nuevo es vid para su alma.
—¿Quieres saber lo que puedo fabricar con una hoja de cualquier página?—Dijo el diablo bajando la mirada, entreabriendo los labios, desde el suelo, continúo con su encrucijada.

—El salmos se convertiría en humo, y los cristianos me quemarían vivo. Pero ellos solo quieren ver lo que les gusta, solo dicen cosas abruptas, tontas, fútiles, anhelan ser ejemplos. Si el infierno existiese lograrían serlo, no tengo duda de ello. —Esbozó.

"Si estarían aquí se emputarían conmigo, gritarían como putas cantando un rap de injusticia."
Le obsequiaría un muñeco realista a los curas para que calmen sus exigencias, así no cogerían más niños con demencia ¿Verdad que es duro decir lo que no sabe a ciencia?

Cierta mañana de Abril me despertaba sutil, tendía mi cama y armaba un muñeco con ropa, caminaba de puntitas hasta bajar el balcón, el recuerdo de Papá me hizo tropezarme en el último escalón. Creí que estaría viendo la televisión, pero nunca lo conocí, solo es parte de mi imaginación.

Cada madrugada creaba una historia diferente, actuaba en la oscuridad queriendo ser solemne, la tertulia de la gente es no saber qué hacer cuando pasa por problemas, la tertulia mía es callar cuando estos tienen una personalidad de mierda.

¿Cómo decirle a alguien que es un asco?

De repente vas caminando por la calle tranquilamente, y (sin querer) ves a un par de niñatos, dignos representantes de tu país, morritas con putifaldas que dicen: "Mira mi culo en formación". Chavales con sus porros que expresan: "Soy un drogo, oh, huevón."

Los hay de toda clase y tamaño, me refiero al intelecto, mi querido malpensado. A falta de enseñanza la calle te muestra vagancia. Ironías que logran confundir a la mente más débil.

Arrogancia nivel diez mil. Una canción te hace viajar más que la marihuana, ella deseó llamarse Ana, hasta que vio que eran los nombres de las telenovelas mexicanas. Quiso tener tanto dinero como un narco, comprarse qué se yo, ¿Un barco?

En el fondo sé que solo quería ser feliz.
Conocerse profundamente, abrazar a alguien que lo quiera para siempre.

Porque aunque no logre ser cotidiano ya, todos somos unos muñecos de trapo hasta que llega alguien que nos da felicidad. Es ahí en donde sentimos que sin importar lo triste que se ponga el mundo, todavía hay personas que aman de verdad.

Y aquellos son los corazones que te transportan hacia otro universo. En donde no existe el olvido, en donde no hay lamentos.

A. Neil.

El Delirio de un poetaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang