Amor asesino: un secreto de muerte (Malec)

Lindas imperfecciones...

Holaaa, hoy sí lo subí temprano (son las 12:10 p.m. aquí). Olvidé decir el capítulo pasado que como ven, ¡ya hay portada! A mí me gustó mucho, y le doy gracias a Steph, una de las bellezas del grupo de WhatsApp, por hacerla. Aún no veo el episodio así que el fangirleo no será aún; pero ya me hice spoilers y me va a doler, si quieren contarme cómo se sintieron ustedes, me encantará escuchar (o leer). Disfruten entonces.

Nota: Condensación es ese aire que parece humo que sale de nuestra boca cuando respiramos en el frío; si en español no se llama así, corríjanme, por favor.

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–Aquí es –Magnus señaló su casa con sus brazos estirados frente a él,

Alec sonrió.

–Tal vez algún día seas lo suficientemente suertudo para entrar también –ronroneó Magnus, su voz manteniendo un tono burlón.

–Tienes un gato, ¿verdad?

–Sí –Magnus se volteó para mirarlo, sus ojos clavándose en los del otro–. Su nombre es Presidente Miau y odia a todos.

–Soy una persona a la que todos aman, tal vez algún día, cuando pueda entrar a tu casa, te mostraré lo mucho que los animales me aman –musitó, mirando a las ventanas de la casa de Magnus.

Magnus pensó que Alec estaba admirando la arquitectura, cuando en realidad Alec estaba tratando de averiguar mentalmente cómo entrar sin ser descubierto.

–Ya lo veremos –exhaló Magnus, la condensación dejando sus labios inmediatamente volviéndose aire–. Buenas noches, guapo.

–Buenas noches, Magnus –Alec miró de nuevo al hombre más bajo y Magnus comenzó a caminar hacia su casa.

–Escríbeme cuando llegues a casa, ¡alguien tiene que asegurarse de que el gran lobo feroz no te hizo "boo"!

Alec rodó los ojos y lo mandó a irse con un movimiento de su mano, luego se dio la vuelta, tarareando una melodía mientras sus ojos miraban alrededor de la calle.

Obtener el número de Magnus  ✓

Obtener información familiar de chico  ✓

Obtener fotos de Magnus  ✓

Obtener la dirección de Magnus  ✓

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Se volvió un un hábito,

Cada día, Alec pasaba por el pub, tomaba algo, hablaba con Magnus, luego lo acompañaba a casa,

Magnus disfrutaba de la compañía de Alec más de lo que se atrevía a admitir, 

E incluso ahora, antes de ir al trabajo, se miraría en el espejo de cuerpo entero y se pondría en los zapatos de Alec para ver si le gustaba lo que estaba usando,

Un poco tonto, pero Magnus no podía evitarlo.

Actuaría como si no hubiera estado anticipando la presencia de Alec, y serviría a muchos clientes con la compañía de Alec ahí, pero su mente siempre estaba llena de pensamientos del hombre,

El abrigo que usaba,

Cuando rodaba los ojos,

Las risas,

Y no podía negar que él mismo nunca había sonreído y reído tanto como lo hacía cuando estaba cerca del encantador Alexander.

–Tienes una peca aquí –Alec señaló la frente de Magnus, justo arriba de su ceja derecha.