La verdad...

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Perdónenme!!! Estuve muy ocupada el domingo y hoy tuve que ir a la U y luego vi películas. Aquí tienen el 19; mañana trato de traducir el 20 en huecos y si no me ponen a hacer trabajos, y el miércoles el 21. 

Vieron que el capítulo de hoy nos va a hacer sufrir? Ay no, yo no quiero, parece que nuestro pastelito Alec va a hacer algo muy malo. Bueno, disfruten.

Nota: puse en imágenes cómo se ven los cuchillos de Alec :3, el khanjar ya lo conocen así que ese no. Y el segundo que traduje como navaja de bolsillo texana es un "texas toothpick", así es su nombre.

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¿Cómo reaccionaría una persona normal?

¿Cómo reaccionaría cualquiera cuando se enteran que la persona de la que se han enamorado no es quien ellos creen que es?

Magnus estaba de piedra, sentía como si no pudiera respirar, sentía como si la más mínima respiración fuera a matarlo, sentía como que si no se movía, de alguna forma se camuflaría en la pared y estaría a salvo.

Estaba asustado de Alec.

Aterrorizado.

Lentamente dándose la vuelta, vio a su novio sin camisa.

Su hermoso Alexander.

Alec estaba inclinado contra el marco de la puerta, sus brazos cruzados sobre tu pecho.

–Estoy esperando una respuesta –declaró, parpadeando perezosamente, como si todo esto fuera normal.

Como si Magnus hubiera sido descubierto robando una galleta y no descubriendo que su novio era un acosador, o algo peor.

La voz de Alec no era la misma. Estaba llena de odio, de malicia,

Magnus se mordisqueó el interior de su labio, inhalando temblorosamente,

Y Alec tarareó suavemente, tarareó una canción que hizo que a Magnus se le pusieran los pelos de punta y temblores de miedo le recorrieran el cuerpo.

–Eres... Quién... –Magnus cerró sus ojos con fuerza antes de abrirlos de nuevo, mareado, su visión desenfocada–. ¡Deja de tararear! –Chilló.

Y cuando Alec se separó del marco de la puerta, Magnus dio un paso atrás.

Alec ahora avanzaba hacia el escritorio,

Y Magnus tropezó hacia atras, chocando contra la pared, enterrando las uñas en ella mientras miraba a Alec inclinarse hacia adelante, sus manos planas contra la madera, una sonrisa asomándose en sus labios.

–Boo –susurró.

Las lágrimas de Magnus comenzaron a salir.

Y por entre su aguada visión, pudo ver a Alec moviéndose para estar más cerca.

–¡No te muevas! –Gritó–. ¡Alec, no te atrevas a dar otro paso! –Su voz era temblorosa, llena de miedo,

Alec pensó que le hubiera gustado ese sonido, pensó que le satisfaría saber que había logrado su cometido,

Pero no lo hacía.

Magnus tenía sus manos extendidas de una forma calmante, como si tratara de domar un toro furioso.

–No –exhaló.

Alec se detuvo.

–Por favor no –repitió Magnus, su voz quebrándose.

La mandíbula de Alec se tensó.

–Por favor... –La voz de Magnus perdió fuerza, las lágrimas corriendo por su rostro en torrentes–. ...No...

Amor asesino: un secreto de muerte (Malec)Where stories live. Discover now