Nunca podré lastimarte.

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¿Recuerdan que les dije que había un capítulo específico donde Alec tomaba la decisión final sobre qué hacer con Magnus? Bueno, es este. Aunque aún falta que Maggie sepa la verdad y ver la reacción de ambos. En fin, disfrútenlo.

Banda sonora de este capítulo: I found de Amber Run; me encanta esa canción y creo que les queda perfecta. Les dejo la letra en español: http://www.adictivoz.com/2014/07/amber-run-i-found-letra-traducida.html

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Alec le prometió a Magnus que iba a ser más abierto con él.

Durmieron en los bazos de cada uno en el loft de Magnus esa noche, y la mañana siguiente fue la mañana más empalagosa que Magnus haya tenido jamás,

Alec le hizo desayuno, que estuvo terrible.

Las habilidades culinarias de Alec eran extremadamente malas.

–¡Por lo menos lo intenté! –Exclamó Alec.

–¡Pusiste sal en el té y azúcar en los huevos! –Gritó Magnus con una risa.

Alec hizo un puchero. Y Dios, se veía adorable.

–Soy nuevo en tu casa, no sé donde están las cosas.

Magnus rodó sus ojos.

–No culpes mi casa –dijo con una sonrisa–. La sal tiene granitos pequeños, el azúcar tiene grandes, ¿cómo rayos haces compras?

–Alguien las hace por mí –Alec sonrió.

Magnus soltó una risita y tomó su mano sobre la mesa.

–Presumiendo sobre ser rico de nuevo, ¿verdad?

Alec se encogió de hombros. –Tal veeeezz.

La camarera puso su comida en la mesa con una sonrisa y miró a Alec, guiñándole un ojo. –¿Algo más?

Alec le sonrió.

–Eso sería todo –dijo.

–Linda camisa –la halagó Magnus.

Ellos lo miró con los labios fruncidos en desaprobación.

–Yo la hice –miró de nuevo a Alec.

–¿Fumador? –Preguntó.

Él dio un leve asentimiento.

Ella se inclinó mientras ponía el cenicero al lado de él, como para mostrarle sus pechos a Alec.

Alec arqueó una ceja.

–¿Puedo preguntarte algo... –dejó la frase a medias mientras miraba el nombre en su placa–. Ash? –Preguntó.

Ella asintió con una gran sonrisa de coqueteo. –Lo que sea.

Alec dio un pequeño asentimiento.

–¿Dónde está el resto de tu camisa?

Ella se veía sorprendida.

–¿A qué te refieres? Esta es la cami-

–Me refiero a que deberías ir a casa y terminar de coserla –le dio un asentimiento amistoso,

Magnus soltó una risita mientras la camarera soltaba un bufido y se retiraba.

–Te ves tan calmado cuando insultas a las personas, que me enoja –ladeó su cabeza hacia Alec.

Alec le guiñó un ojo.

–Entonces –tomó una papa frita y la presionó contra los labios de Magnus–. ¿Quieres ir donde el tatuador hoy?

Amor asesino: un secreto de muerte (Malec)Where stories live. Discover now