Por fin lo hice de nuevo...

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Bellezas, les tengo noticias. El final de este fic es bueno, pero es abierto; pues por eso todos le estaban pidiendo a la autora que subiera una segunda parte o un epílogo; pues hoy lo hizo! Subió el epílogo de la historia y fue hermoso!! (Vivian, no te hagas spoiler xD). 

Como me tocó ir a la U y luego mi papá nos invitó a cine, hasta ahora pude subir este único capítulo, lo siento. Bueno eso era, disfruten.

PD: Los cuchillos Kukri le quedan a los asesinos XD. No, hablo en serio, miré cómo eran en internet y les queda.

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–Alexander, por favor no hagas esto –Susurró Magnus–. Sé que no quieres.

La punta del cuchillo de Alec trazó desde el estómago de Magnus, hasta su pecho lentamente.

–Sí quiero hacer esto –contestó–. He querido hacer esto desde la primera vez que mis ojos se posaron sobre esos hipnóticos tuyos –ladeó su cabeza y Magnus dejó escapar un suave quejido; seguido de un grito de dolor cuando el cuchillo de Alec penetró su piel, hábilmente traspasando la caja torácica y enterrándose en su corazón.

Alec se despertó con un grito.

Su pecho subía y bajaba, sus ojos cerrados y sus labios separados mientras el sudor caía desde su frente, por el lado de su rostro.

Inhaló pesadamente y dejó salir el aire lentamente mientras salía de la cama, mirando la hora.

5:42 p.m.

Decidió hacer un último intento.

El cielo estaba oscureciendo afuera, el sonido de la lluvia calmando a Alec mientras tarareaba para sí mismo, deslizando su cuchillo kukri dentro de su vaina antes de envolvérsela en la cintura.

♤♤♤

–La policía te encontrará –dijo el hombre entre dientes–. No me matarás, he visto las noticias sobre ti, estás decayendo, eres asqueroso-

Alec apretó el agarre en la garganta del hombre y este gimió y movió su mano hacia la muñeca de Alec, ahogándose mientras trataba de alejar su mano.

–La culpa te comerá. No me matarás. Sé que no lo harás –exhaló.

Alec presionó el extremo de su cuchillo con más fuerza contra él, rasgando su camisa.

–Yo sé quién eres.

Alec dejó de moverse.

–Así es, sé tu secreto, Alexander Gideon Lightwood, fuiste lo suficientemente inteligente para hacer lo que hiciste pero no puedes matarme, tú... –Alec lo interrumpió enterrando su daga directo en su diafragma, una sonrisa formándose en sus escondidos labios,

Luego se inclinó hacia adelante, sacando el cuchillo en el proceso,

El hombre graznó, la sangre acumulándose en su boca antes de chorrear de sus labios por su mandíbula.

–¿Adivina qué? –Susurró Alec, levantando la daga hasta que estuvo en su cuello–. Lo acabo de hacer; y con eso, deslizó el cuchillo cobre la garganta del hombre, viendo la sangre fluir el una linea recta.

El hombre cayó al suelo y Alec ladeó su cabeza, mirándolo desde arriba.

–Lástima –chasqueó su lengua–. Tu sangre manchó una de mis camisas favoritas –se quitó sus guantes y se cerró la chaqueta.

♤♤♤

Tan pronto como Alec caminó por la puerta del pub, Magnus apartó la mirada, una pequeña sonrisa saliendo en sus labios.

Amor asesino: un secreto de muerte (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora