Im Jaebuk.... Jaebum

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Capítulo 02.

Pero claro, un hermano histérico, un estómago adolorido por el hambre, profesores payasos y un compañero mounstroso no podían ser el elenco completo de la obra desastroza que de mi vida se basaba: Un inquilino llevaba a la casa, mi casa.

— ¿Viajaste en el camión de la basura? —preguntó Youngjae riéndose apoyado sobre la puerta. Odiaba que me esperara en la puerta, ¿acaso tenía seis años?—

— Tu estarás en un camión de basura dentro de poco, hermanito. —le dije entre dientes y arrojé la mochila a su cuerpo. Él la esquivó, pero logré empujarlo dentro de la casa excediendo mi fuerza—

— Termina de asear el baño. Asegúrate de ordenar bien las toallas y no dejes los perfumes destapados. —indicó mi hermano entregándome un recipiente con productos de limpieza cotidianos dentro. Arqueé mis cejas y crucé mis brazos en negación—

— No limpiaré el baño para el nuevo inquilino. Olvídalo. —dije firme. Él me ignoró por completo. Me impuso el balde entre los brazos. ¡Maldición Youngjae! ¡Acabas de arruinar mi uniforme! ¿qué demonios usaré para la escuela ahora? —grité a medias, porque él se había marchado en menos de cinco segundos. Estaba exagerando apropósito, ni siquiera sabía si había algún producto que pudiera dañar la tela de mi uniforme dentro de ese recipiente—

— Qué más da, arruinas uno cada mes. Torpe. —gritó. bufé por lo bajo. Si lo habíamos comprado una o dos veces, pero, ¿cómo pretenden que no me ensucie en la escuela? ¿o en la calle? Como si disfrutara cayéndome en los charcos de agua sucia o sentándome en bancos recién pintados. —

— Que más da, pff. ¡Nutria! ¿quién te crees que eres? —exclamé. Youngjae apareció detrás de la pared, con su delantal puesto—

— Tú, mocosa. —me apuntó con su dedo índice. Él creía que se veía rudo y paternal, pero más bien era una nutria irritada, con delantal de flores azules— Limpiarás ese maldito baño, y que quede excelente. Debes poder comer allí. —fruncí el ceño— Puedo levantar el teléfono y hacer que vuelvas a casa de nuestros padres. ¿Eso quieres?

— ¿Por qué demonios tiene que relucir el baño? ¿tan refinado es nuestro cliente?

— El es... complicado. Y muy higiénico. —se encogió en hombros y yo cerré mis ojos con la esperanza de conseguir un poco de paciencia— Mira, ______. Será dificil, no te lo voy a negar. Pero necesitamos el dinero y él es una buena persona. Odiaría poner a prueba a un extraño para que se pueda quedar. Sé amable.

— Jinyoung es una buena persona. No estaríamos pasando por esto si no le hubieses permitido irse. —bajé la mirada. Él no había llamado, ni un texto. No podía evitar pensar en que pudo haberse obligado a dejarnos por ese tal Jaebuk. ¿Jaebuk? ¿así se llamaba? Bien, como sea—

— Hazlo por mi. He trabajado duro todo este tiempo, solo te pido paciencia. —Giré menos. Me pedía lo que escaseaba. —

No estaba siendo justa con Youngjae. Él se había encargado de cuidarme y ayudarme en todo. Si quería lograr que Jinyoung volviera necesitaba sacar a Jaebuk de la casa, como sea. Pero no tenía porqué involucrar a mi hermano, actuaría sola. Junto a él, pero también en contra del inquilino.

Me dirigí hacia el baño un poco más entusiasmada. Limpié y cuando terminé ayudé a Youngjae a ordenar la sala.

Pasé por el cuarto de Jinyoung antes de entrar a ducharme. Necesitaba encontrar la forma de comunicarme con él. Estaría preocupado por mí, tal vez.

— ¿Alguna vez cambiarás ese maldito timbre? Es... espeluznante. —le dije. Realmente lo era. Parecía propio de una casa antigua habitada por vampiros—

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora