¿Por qué?

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Capítulo 15.


Mark regresó más tarde. Él estaba realmente dispuesto a ayudarme sin obtener sus puntos a cambio para la universidad. Yo, por otra parte, pensaba en el inquilino. Pero no me mlainterpreten, simplemente me perturbaba recordar su imagen en el momento que Sally nombró a esa chica. Sun, Sun... Ella se llamaba como el sol. Curioso, ¿cierto? Porque Jaebum parecía llover en ese momento. Entonces, ¿quién era ella?

— Lee estos dos fragmentos e intenta memorizarlos. ¿De acuerdo? Mañana seguimos con la otra parte y estarás lista. —Dijo Mark y se levantó para guardas sus objetos. Hice lo mismo—

— Mark, ¿quieres quedarte a cenar? —Pregunté. Él arrugó su frente— Oh lo siento. ¿Te incomodé? —Mark sonrió y volvió a dejar sus cosas dónde estaban—

— ¡Claro que no! Sólo... Estoy sorprendido. ¿Segura que quieres que me quede?

— Claro. Mi hermano llegará a dormir, está con su novia y me pidió que invitara a alguna amiga para que no me quedara sola.

— ¿Lo haces siempre que te quedas sola?

— No en realidad. El inquilino siempre está aquí, así que mi hermano no se preocupa, pero esta vez creo que llegará más tarde.

— Oh, ya veo. Él... Parece un buen hermano. Pero, debo aconsejarte que no reveles tanta información cuando estás sola, puede ser peligroso.

— ¿Tú eres peligroso?

— Oh, tan peligroso que haré esto... —Mark tomó su celular, marcó un número y prendió el altavoz—

— Markie, ¿cariño? ¿qué sucede hijo? —Una mujer respondió del otro lado. Se oía anciana—

— Sí abuela, enciende el altavoz. Lo que te enseñé, así escucharás mejor.

— Markie, te escucho perfecto. No necesito eso, no estoy tan vieja —Mark sonrió y también lo hice. Su abuela nos había noqueado con ternura—

— De acuerdo abuela. Oye, llegaré más tarde. Me quedaré a cenar con una estudiante. No llames a Linda.

— Está bien. No te metas en problemas y por favor, no llegues de madrugada.  Te amo.

Mark cortó la comunicación y volví a sonreír. Temí verme como una idiota, pero la escena me resultaba hasta conmovedora.  Mark era todo lo contrario a lo que Jaebum me había hecho imaginar. Es decir, ¿qué chico de su edad hace este tipo de cosas?

— ¿Qué prepararemos para cenar? —Preguntó Mark—

Rondábamos en las 23:00hs. Mark y yo lavábamos nuestros recipientes y escuchábamos algo de música europea. Él la había recomendado antes de cenar.

— Me iré, es tarde. —Dijo él. Asentí—

— Gracias por ayudarme y... Acompañarme también —sonreí. Él me observó unos segundos y decidió caminar hacía la salida.—

— Gracias a tí. Fue divertido. Esperaré afuera a tu tutor o hermano. Por si acaso...

— ¿Qué? No.. No necesitas hacerlo. En serio.

— ¿Qué clase de hombre sería si te dejara sola?

— Mark, en serio. Puedo quedarme sola. No te preocupes.

Abrí la puerta de mi casa y Jaebum estaba ahí, parado, con la cabeza gacha y el cabello revuelto. Hacía frío, pero él lucía una camisa abierta hasta el pecho.

— Oh Dios, Jaebum, ¿estás bien? —lo jalé del brazo. Él ni siquiera me respondió. Mark me ayudó a llevarlo hasta el sillón—

— Él... No huele a alcohol pero... ¿drogras? ¿consume drogas? —Mark lo revisó. Yo lo cubrí con una manta—

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora