Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)

Confundidos.

Capítulo 17.

No se siente como lo creí, como esperé sentirlo.

Sentí el perfume de Jaebum. Froté mis ojos y me fastidié, el idiota debía gastar millones en esos frascos, ¿no era más fácil bañarse?. ¿A quién quiero engañar? ¿él se irá?
Me vestí y salí tan rápido cuanto pude de mi habitación. Somin y Youngjae desayunaban, los oí saludarme en un efecto lejano, sonreí y levanté una mano por inercia, estaba concentrada en Jaebum. Él se levantó del sillón, dejó el periódico que leía y tomó sus cosas.

— Buen... Buen día Jaebum —Dije. Él me ignoró. Como si se tratara de una imagen en cámara lenta, el inquilino salió de la casa sin decir más—

Respiré profundo. Podía pasar, pero no lo predije. Me senté junto a mi hermano y su novia, sostuve mi rostro apoyándome en mis codos.

— ¿Entonces está decidido dices, cariño? —Preguntó Somin—

— Es lo que parece. Fue todo tan rápido y extraño, volveré a hablar con él.

— Ayer parecía tan animado, ¿tu sabes algo, linda? —Somin me habló. La escuchaba pero mis pensamientos pesaban más. Tardé en procesar lo que me decía—

— ¿Qué? ¿qué sucede? —Pregunté—

— Oh, hablamos de Jaebum —dijo ella. La miré fijamente—

— ¿Él se va?

— Me dijo que hoy mismo saldría a buscar otro departamento. Cree que estorba aquí y que se siente mejor solo. —me confesó mi hermano—

— ¿Qué? ¿no te ha dicho nada? —Preguntó Somin. Negué con la cabeza—

— De todas maneras, Jaebum ha pasado por mucho este último tiempo, le debo mi apoyo. De no ser por él, yo hubiese regresado a casa realmente golpeado en la secundaria. No lo dejaré solo. —añadió Youngjae.—

— Me parece lo correcto, cariño. —Comentó Somin. Me levanté de la mesa y caminé algunos pasos hacia la dirección contraria — ¿No desayunarás nada, ______? ¡linda! —Gritó.

Es lo que quise desde un principio. Jaebum se va y Jinyoung regresa. Así es como debe suceder, no he pasado meses ingeniando lo mismo para nada.

Busqué el celular de Jinyoung en mi celular y lo llamé. Mientras llevaba el teléfono hacía mi oreja, me desconcerté pensando en que, antes recordaba el número telefónico de Jinyoung, pero ahora la situación de Jaebum ni siquiera me dejaba recordarlo.
Nuevamente, como esperaba, Jinyoung no respondió, decidí dejar un mensaje. Mi garganta se sintió aspera y seca. No estaba nerviosa, más bien sentía miedo.

— H-Hola Jinyoung. Soy... Yo, ______. ¿Puedes... —alejé el teléfono de mí. Mi voz temblaba demasiado, aquel mensaje no parecía desinteresado— llámame. —Concluí.—

Lavé mi cara unas cuatro veces. Miraba mi reflejo en el espejo del baño, intentaba aceptar que sólo había llamado a la persona que amé, ahora, por otra persona que temo... Salga de mi vida. Si Jinyoung no volvería a casa, ¿tenía sentido insistir en que Jaebum se fuera? Nada... Cambiaría.
¿Jinyoung estaba allí? ¿seguía amándome? Él se fue... ¿Siquiera me amó alguna vez?

— ¿Te encuentras bien? —mi hermano me sacó de mis pensamientos. Golpeó la puerta una vez más— Somin estudia enfermería, ¿quieres que te revise? ¿por qué tardas tanto?

— Me siento bien idiota, saldré en un minuto. —afirmé—

— Mark está afuera —dijo, salí del baño unos segundos después, al parecer mi hermano seguía ahí— _____, yo acepté que Mark te brinde tutoría para la escuela, pero no voy a permitir que te... Que juegue contigo. ¿De acuerdo? Vuelve a casa temprano.