Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)

Cambios.

Capítulo 16.

Corrí hacia mi habitación. El corazón golpeteaba aún más fuerte y repentino que en aquellas situaciones en las que Jaebum me abrazaba. El miedo me hizo sentir tan pequeña y temerosa como una hormiga bajo la suela de un zapato gigante. Tenía mucho que procesar, la confesión de Jaebum era seria bajo cualquier contexto. "Mía", ¿a qué se refería que con que soy suya? El maldito debió enloquecer.
Me arrojé en mi cama y le marqué a Bambam, atendió luego de unos largos minutos en espera. Era temprano y me lo reprochó hasta que reproduje la escena del inquilino.

— Traes muerto al modelito, niña —comentó mi mejor amigo. Aquella oración explotó en mi interior—

— O-oye. Ya déjate de estupideces, esto es serio. —comenzaba a sentirme nerviosa, claramente no veía el motivo—

— ¿Serio? Claro que es serio. Ahí tienes tu recompensa por haberte encontrado con el estúpido más estúpido del mundo. Jaebum es estúpido, pero no tanto.

— ¿Acaso te oyes? ¿crees que Jaebum quiere ser mi amigo? Él está comportándose raro, como si quisiera ocupar el lugar de Youngjae.

— ¡Oh! ¡tú eres la estúpida mayor, santo cielo! —Gritó. Alejé el teléfono de mi oído un segundo—

— ¿Estás bien? ¿no pasaste tus exámenes? Te oyes fastidiado

— ¡Tú me fastidias! ¿en serio crees que Jaebum te ve como una hermanita? ¡yo te veo como una hermana! —me senté en la cama de golpe. Aquello había funcionado como una suerte de revelación que sólo generó pánico en mí—

— ¿¡Quieres ser más exacto, idiota!? —Grité pero de inmediato atiné a taparme la boca con ambas manos—

— Mira, ¿qué no entiendes? —Bambam hizo una pequeña pausa— Jaebum es un hombre adulto. Vive en tu casa y te ha visto semidesnuda. Sin contar las veces que tal vez ha espiado mientras duermes o te cambias. Le dice al chico de su edad que se interesa por tí, que eres suya. ¿Puedes explicarme que te hace pensar que quiere ser tu amigo y hermano? ¡que eres tonta! ¡ese hombre quiere tener sexo contigo!

Tiré mi celular al suelo casi por reflejo. Junté mis rodillas en le pecho y las apreté con ambas manos para enterrar mi cabeza.

— Por Dios, por Dios. He sido tan idiota, ¡fui tan ciega! No, no, ¡no! Jaebum nunca, nunca va a lograr algo así. Sólo existe un hombre que puede tener eso de mí y es Jinyoung. ¡Estúpido pervertido! ¿cómo demonios volveré a mirarlo a los ojos? ¿qué le diré a mi hermano? ¿y a Mark? —Murmuré en la desesperación—

Youngjae me envío un mensaje de texto. Dijo que llegaría a casa en unos minutos y que preparara el desayuno ya que había invitado a su novia. Me sentía una ridícula por tenerme tanto al encuentro con el inquilino, si todo era como Bambam creía, no tendría porqué pasar.

Mark estaba en el living, Jaebum hablaba por teléfono justo frente a él. Me senté a su lado, el futuro profesor bufó y me entregó unas hojas.

— Vendré más tarde, tu simpático inquilino no dará el brazo a torcer pero después de insistirle, dijo que vuelva a hablar con tu hermano. — Mark parecía inhumano. Esa bondad tan genuina, ese interés por el otro brotaba de sí con naturalidad. Le agradecí unas varias veces en un hilo de voz, pero no lo creí suficiente así que lo abracé fuerte. Él me correspondió. Fue extraño, como si hubiese estado esperando el abrazo, pero aún así le sorprendía un poco.—