• La pintura

2.6K 372 239
                                    

—Eres muy cursi, por dios, mucho más de lo que pensé —se burlaba Shiho cuando llegaron al departamento de Mikaela—

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Eres muy cursi, por dios, mucho más de lo que pensé —se burlaba Shiho cuando llegaron al departamento de Mikaela—. Le dijiste "mi Yuu-chan", no puedo creerlo.

—Búrlate todo lo que quieras, pero él parecía muy feliz —sonrió entrando a su hogar y lanzándose al sofá—. Nunca antes le había dicho eso, al menos no de forma directa, así que creo que lo impactó. 

—¿Sabes qué le generaría un buen impacto? Si te pones a trabajar —regañó al verlo sentado, recibiendo una mirada molesta—. No me veas así, en dos semanas tenemos una exposición.

—Le quitas lo divertido a la vida, Shiho.

Rodando los ojos, el pelirrosa cerró correctamente la puerta, para luego quitarse los zapatos y sentarse en un sillón. Estaban muy cansados después del día tan atareado y de pasar toda la tarde caminando en el parque de atracciones.

—Por cierto —bufó el de lentes, y llamando la atención de su amigo—. La mujer de cabello rosa es la misma Krul de la que me hablaste, ¿verdad? —recibió un asentimiento—. Ella parecía alegre por verte.

—No estaba feliz, es una psicópata —nusitó, enojado—. Nos odia a Yuu-chan y a mí desde hace años.

—Entiendo lo de Hiragi-kun, quiero decir, teniendo en cuenta todo lo que le hizo, pero, ¿a ti? ¿por qué?

—No sé, creo que estaba enamorada de mí o algo así —suspiró—. Oí que se había obsesionado conmigo desde que la rechacé y corté cualquier lazo con ella por lo que le hizo a Yuu-chan.

Kimizuki recordó entonces la expresión de la tal Krul cuando se vio acorralada: era mezcla de enojo, fastidio, y odio. Al analizar detenidamente la situación, se dio cuenta que ni siquiera la sonrisa que había puesto cuando intentó saludar a Mikaela era sincera, sino más bien una viperina.

No quiso decirlo en ese momento, pero se dio cuenta de que ella no se había ido en realidad, sino que los siguió por un rato desde una distancia prudente.

Ya que no conocía su objetivo, se quedó callado, pero estaría observando para ver qué sucedía y ver si podía proteger la sonrisa del rubio, que poco a poco, se estaba acostumbrando a ver.

Ya que no conocía su objetivo, se quedó callado, pero estaría observando para ver qué sucedía y ver si podía proteger la sonrisa del rubio, que poco a poco, se estaba acostumbrando a ver

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Entre deportes y libros [MikaYuu]Where stories live. Discover now