Capítulo 27: Ojos azules.

17.6K 1.9K 709
                                    

Elliot

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Elliot.

Desbloqueo por enésima vez el teléfono.

Tengo varias llamadas perdidas y unos cuantos mensajes. Todos de Nathan, y algunos de Kendra.

No los he leído ni he escuchado los mensajes de voz. No quiero saber nada de él, escuchar sus excusas no podría hacerme ningún bien. Ignoro si ha venido a buscarme aquí, a casa. Si lo ha hecho seguro mi padre lo ha echado. Suspiro, dejo el aparato a un lado y me acurruco aun más en las sábanas.

Han pasado solo cuarenta y ocho horas desde la pelea, y no he salido del cuarto más que para lo básico. Mi padre viene a verme de vez en cuando, notablemente preocupado. Sabe que mi estado tiene algo que ver con Nathan pero no ha preguntado nada, y me alegro porque no sabría qué decir.

Es decir, ¿me engañó? ¿Estábamos saliendo, verdad?
¿Se acostó con ella de nuevo? Quizás nunca dejó de hacerlo. Unas palabras de la conversación con Carol aparecen flotando en mi mente, como si no tuviera tortura suficiente.

"Volverá conmigo y se olvidará de su nuevo juguete"

¿Fui su juguete? Bueno, ni siquiera lo hicimos, quizás cuando lo hubiésemos hecho me habría dejado. Pero no llegó a usarme, al menos no físicamente.

En el fondo no puedo odiarlo, no puedo culparlo. Ni siquiera tengo experiencia en el amor, ¿por qué me habría de elegir a mí? ¡A mí! ¡Al chico virgen! Estoy seguro de que si nos hubiésemos acostado, se hubiera llevado una decepción.

Quizás estoy exagerando un poco las cosas, ser dramático siempre fue mi especialidad, pero él la estaba besando. De eso no hay duda.

Voy a mirar de nuevo el teléfono cuando un golpe en la puerta me hace sobresaltar. Limpio rápidamente mis lágrimas aunque mis ojos hinchados y rojos me delaten.

—Pasa. —Le digo a mi padre, que ahora está entrando en el cuarto. Lleva una bandeja consigo.

Trato de sonreír para hacerle ver que no estoy del todo mal, aunque ni yo me lo crea.

Deja la bandeja con comida a un costado en la cama y se sienta. Me mira fijamente, pero no habla. Yo me remuevo incómodo.

—Es escalofriante cuando me miras tan fijo. —Intento una vez más sonreír.

—Mira —Suspira y se pasa las manos por la cara, un poco frustrado— no sé qué es lo que hizo Nathan, pero si es algo grave yo mismo me encargaré de él.

Tardo unos segundos en entender su comentario, cuando comprendo abro los ojos y alzo las cejas. No puede hablar en serio.

—No, no te preocupes, papá.

—Entonces ¿hablarás con él? Deja que él se disculpe o tú pide disculpas, no sé qué ha sucedido, pero si realmente quieres solucionar las cosas, tienen que hablar.

Blue. Where stories live. Discover now