Capítulo 33: Sin rendirse.

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Elliot

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Elliot.

La casa es tan silenciosa que duele.

Todo duele últimamente.

Una semana pasó desde que... desde la charla con Nathan. No lo he vuelto a ver, no me ha escrito, no le he escrito. No me ha llamado, no lo he llamado. Y no puedo hacer más que extrañarlo.

En cuanto al trabajo, Jackson me ayudó para conseguir un puesto en la misma cafetería que él, por lo que hemos mejorado nuestra relación al vernos más seguido.

No hay día que no los extrañe, sí, a mi padre y al idiota cobarde del modelo. Porque lo odio pero no puedo dejar de amarlo. ¿Cómo podría? Uno no se olvida de alguien de la noche a la mañana.

Kendra se ha venido a vivir a mi casa prácticamente y Jackson, aunque viva en frente, también.

Ambos han querido ir a buscar al modelo para hablar con él —o para golpearlo según Kendra— pero no los he dejado, ¿qué sentido tiene? Él ya hizo su elección. Eligió a sus padres en vez de a mí y no puedo culparlo.

Mi teléfono vibra y pego un salto, lo agarro rápidamente esperando que sea otra persona, no Jackson. Pienso en si atender o no.

—¡Elliot! ¿Cómo estás? —Dice su voz al otro lado del móvil.

Ya me había cansado de responder a esa pregunta.

—Bien —Digo sin embargo—, ¿qué necesitas?

Lo escucho respirar y un par de sonidos de fondo más.

—Estaba pensado en que puedes venir a dormir a mi casa hoy... si quieres, claro. Mis padres, tu madre... Bueno, ellos se irán y no sé... podríamos pasar la noche juntos. —Se escucha un silencio—. Me refiero a dormir, ya sabes.

Casi suelto una carcajada por la forma tan rápida en la que dijo todo.

Al principio pienso en rechazar su oferta, últimamente solo quería dormir y extrañar a mi padre y a Nathan, y llorar hasta quedarme dormido. Pero algo me hace decir que sí.

—Iré. —Cuelgo.

Y unas horas más tarde, después de prepararme y cruzar la acera, estoy en su casa.

Me he traído solo un pijama, Jackson dijo que tenía mantas y almohadas para mí.

No es la primera vez que estoy aquí, pero aún no me acostumbro a que esta sea la nueva casa, la nueva familia de mi madre. Aunque he decidido darle una oportunidad, más por mi padre, aún se me hace difícil estar con ella.

La voz de Jackson me distrae de mis pensamientos.

—No sé cocinar. —Me dice desde la cocina, lo veo observar dentro de la heladera, como si la comida fuese a aparecer de la nada.

Blue. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora