Capítulo 29.1: Esto no es algo serio.

19.4K 1.9K 347
                                    

Kyle

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kyle.

¿Ser amigo del enano de cabello azul?

No voy a decir que su petición no me sorprendió, aunque extrañamente no me disgustó. Lo intentaría, más que nada por mi hermano; si realmente van en serio, tengo que acostumbrarme a verlo por mi casa.

Un sonido interrumpe mis pensamientos y observo como, del cielo gris, comienzan a caer grandes gotas de agua. Fue tan repentino que, para cuando me quise dar cuenta, ya estaba empapado de arriba a abajo.

Y todavía faltan diez cuadras para la casa de Zack. Decido esperar en un techo y llamarlo para que me venga a buscar con un paraguas.

Hablando de Zack... Mi relación con él... ha sido difícil. No puedo acostumbrarme a los sentimientos tan fuertes que tengo por él. Me siento abrumado con mis propios pensamientos y eso hace que me vuelva frío con él. Intento convencerme a mí mismo de que no lo quiero, de que no voy en serio con él; y eso nos está matando a los dos.

No lo merezco. Él es demasiado bueno y cariñoso, y yo soy un verdadero hijo de p...

Otro sonido vuelve a cortar el hilo de mis pensamientos. Una bocina hace que mire hacia la calle mojada.

La ventanilla del auto negro se baja y me deja ver esos ojos verdes azulados que son mis favoritos. Corro hasta la puerta de copiloto, aunque ya nada se puede hacer; la lluvia ya me ha bañado.

Subo e inmediatamente me disculpo por mojar el asiento, sé que el auto es de su padre y no tengo idea de qué habrá tenido que hacer para que se lo preste.

Dentro del vehículo está cálido y yo froto mis manos para entrar en calor. El silencio es lo primero que noto. El Zack de buen humor vendría escuchando Heavy Metal a todo lo que da como siempre; pero hoy hay algo distinto, lo que hace que gire mi cabeza en su dirección.

El auto no ha arrancado, Zack está observándome fijamente, como si estuviese analizándome. Si mi cuerpo no estuviera tan frío, me hubiese sonrojado.

Le sonrío tímidamente, su expresión seria me incomoda porque no sé qué se le puede estar pasando por esa cabeza rapada. Sus ojos no expresan el cariño de siempre y eso me preocupa automáticamente.

—Quiero hablar contigo.

Y todos sabemos que nada bueno viene después de esa frase. Me preparo.

—Aquí estoy. —No sé por qué digo eso, y tampoco sé por qué estoy tomando su mano justo ahora.

Él se tensa ante mi toque y yo me aparto avergonzado.

Deja de mirarme y se dispone a arrancar el auto. Todo el corto camino es tortuosamente silencioso. Me estoy muriendo de nervios por saber qué es lo que tiene que decirme.

Finalmente, detiene el auto frente a un lugar que no es su casa. Observo el cartel del lugar: The Hell Hole. No es de noche pero el lugar funciona como un bar por la tarde. Aunque no tengo idea de por qué estamos aquí.

Blue. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora