Capítulo 2: Perdóname Mamá, Pero No Puedo Perdonarte.

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Tenía que encontrar el valor… no se como, pero tenía que encontrar el valor, la fuerza para poder abrir su libro, y sumergirme en nuestra historia, en esas palabras que iban a darme una imagen de las emociones, de los sentimientos, de las alegrías, de las frustraciones y del dolor que le cause a mi princesa… Tenía que encontrar la fuerza para poder desenmarañar su historia y encontrar alguna pista que me pusiera en el camino correcto para encontrarla… para  encontrarlos, tenía que concentrarme en su punto de vista de la historia para poder encontrar los hilos que me ayudaran a desenredar toda esta locura y abrirme un camino hacia su perdón.  Si  algo necesitaba en esta vida para  encontrar un poco de la paz pérdida hace seis años, además de ella, además de su amor, además de su sonrisa, además de nuestros hijos, necesitaba su perdón, necesitaba el perdón de mis pequeños, casi tanto con el aire para respirar. Tenía suficiente castigo con no poder perdonarme nunca por lo que le hice, tenía suficiente castigo por no perdonarme nunca  el no estar con mis pequeños, tenía suficiente castigo con no perdonarme nunca el perderme la oportunidad de conocer a mi mariposita, de estrecharla entre mis brazos, de poderle decir en vida cuanto la amo, tenía suficiente castigo con no poderme perdonar nunca el no poder perdonar a Mónica… No podía perdonarle a mi madre el que me hubiese obligado a permanecer al lado de Jane y de Nicole, mientras esta estaba ingresada en el hospital tras el accidente, sé que en parte mi madre lo hizo por Jane y se lo agradezco, porque mi muñequita me necesitaba a su lado, pero también me necesitaban Mi Princesa y mis pequeños, y era a ellos a quien más les había fallado; pero también sé que la otra razón para que mi madre no me permitiera salir a Londres como lo había planeado era todo por las malditas apariencias, por las estúpidas reglas de esa sociedad hipócrita que ella tanto se empeñaba en seguir.

No quiero que se mal interprete, mi madre es un excelente mujer, una madre abnegada y amorosa, pero demasiado cómoda en esta sociedad hipócrita, llena de lujos y mentiras de la cual esta tan orgullosa de pertenecer. Tampoco podré perdonarla nunca por obligarme a guardas las apariencias, parado en el hospital como el imbécil marido abnegado que nunca fui mientras que mi lugar era en otro hospital, en otra parte del mundo, lejos de allí, pero con mi princesa, con mis pequeños… con mi mariposita. Y no podré perdonarme tampoco por hacerle caso, por no querer complicar más las cosas, agregando un disgusto con mi madre… Maldito cobarde egoísta… Dios… necesito encontrar a mi princesa, necesito tenerla a mi lado, necesito tener a mis hijos a mi lado, ni siquiera pido felicidad, solo la felicidad de ellos, solo la felicidad de Jane, solo un poco de paz para mi, aunque nunca podré encontrarla, porque solo podré encontrar la paz con su perdón, con el de mi mariposita, y con el mío.  Y aún cuando consiga el perdón de mis hijos y el perdón de mi princesa, el que nunca podré encontrar es el mío, nunca podré alcanzar mi propio perdón.

Unos golpes en la puerta interrumpieron mi línea de pensamiento, de pronto Mónica asomo su cabeza por la puerta… mal momento.

- Mamá te pedí… no…. Te suplique que no quería que nadie, y oyelo bien, no quería, no quiero que nadie me interrumpa.- le replique con todo el dolor, y el reproche que traía hacia ella mis pensamientos anteriores.

- Lo sé hijo, lo sé, pero me preocupas.- me dijo.

- Lo sé mamá, y lo siento.- suspire pesadamente, no quería contestarle mal, no quería seguir sumando culpas y remordimientos a mi dolor.- lo sé.- repetí.- pero necesito esto, necesito estar solo, necesito entender muchas cosas, y si eso implica quedarme encerrado todo el fin de semana en mi estudio, es eso precisamente lo que voy a hacer… porque es lo que necesito.- me miro no muy satisfecha con mi respuesta, y trato de jugar bien sus cartas.

- Lo sé hijo, pero Jane tiene una pesadilla, ella te necesita.- Mi corazón se contrajo de dolor, pero tenía que hacer esto, y tenía que hacerlo ahora.

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