Capítulo 15: Outtake Capítulo 14. El Espectáculo De Tu Cuerpo. POV Sofia

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Nota:

POV Sofi
 

Outtake parte del Capítulo 14 de “La Otra”: El Espectáculo de tu cuerpo…

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Estaba absolutamente impaciente, aún faltaba una hora para que oficialmente terminara el año, y a cada minuto que pasaba sentía que había sido una muy muy mala idea el pedirle a Christopher que  esperáramos para consumar nuestra reconciliación, debo admitir que en los días previos mi ángel me había regalado unos orgasmos increíbles cumpliendo su promesa de que solo llegaríamos al final en las primeras horas del año nuevo, justo como yo lo había propuesto, pero sus juegos, sus manos maravillosas, y esa boca tan increíble no había conseguido apaciguar mis ganas, solo potenciarlas, cada mirada, cada perfecta sonrisa, solo conseguía multiplicar mi excitación, durante varios momentos del día me provocó abalanzarme sobre él, sobre todo cuando nos ayudo en la cocina, se veía tan sexy y perfecto moviéndose por la cocina perfectamente sincronizado conmigo, que no sé como logramos contenernos, claro que no ayudo mucho el rato pasado entre caricias y besos subidos de tono escondidos en la alacena….
Lo único que me daba fuerzas para controlar mis instintos de raptar a mi bebé y encerrarlo conmigo hasta que tuviera que regresar a Chicago, era la profunda alegría de nuestros hijos por estar juntos al fin como familia, los cinco, como ha debido ser desde hace muchísimo tiempo, la otra es que a juzgar por la cantidad de veces que mi amor miraba el reloj podía comprobar que no estaba mejor que yo, lo que prometía una muy interesante velada.

Lo  miré nuevamente para volver a perder el aliento ante lo atractivo y perfecto que se veía siempre, sin embargo esta noche se había superado, con ese pantalón de jean que le quedaba perfecto, con unos bonitos zapatos marrones, un suéter negro que contrastaba perfectamente con su piel, haciendo que sus maravillos ojos brillarán a un más y una sencilla franela blanca, ese aspecto sencillo y elegante, describían la perfección lo que proyectaba mi ángel, ese hombre que era en definitiva mío y el hombre de mi vida.
Empecé de pronto a recordar todos los maravillosos momentos que hemos vivido estos dos días refugiados tras la puerta de mi habitación, que desde el momento que lo invité a cruzarla se había convertido en nuestra habitación y sería así de ahora en adelante, perdida en esos excitante momentos comencé a divagar en lo maravillosa que sería nuestra noche, cuando al percatarme que mi amor me veía, más bien me comía con la mirada, esa pequeña acción logró que me estremeciera de placer ante la expectativa, ocultar mis ojos de él, mientras me sonrojaba, queriendo evitar que mi precioso notará la absoluta lujuria de mi mirada.

Esa noche había elegido precisamente ese vestido azul, primero porque era elegantemente sexy, además de que Christopher amaba como ese color resaltaba mi piel, y en segundo lugar porque me moría lucir para el esos zapatos que sabía que le encantarían con un vestido especialmente corto.
Mi ángel tenía una debilidad especial por hacerme el amor con los imposiblemente altos zapatos de tacón puestos, era una fantasía permanente muy sencilla y fácil de cumplir.
Eso era solo parte de todas las sorpresas que le había preparado a mi Vampiro, se lo debía después de hacerlo esperar tantos días para dejarlo perderse en mi cuerpo.

- Hija ya esta todo listo en el cuarto de música. – me dijo mi nona, quien sería mi celestina esta noche.

Cuando dieran las doce de la noche y después de los abrazos de feliz año saldríamos a ver el espectáculo de fuegos artificiales, pero si soy sincera el único fuego que me interesaba era el que me proporcionaría mi amor en la sala de música.
Una vez fuera, los nonos se ofrecería a llevar a dormir a mis hijos, y mientras Billy dejaba a los pequeños en sus camas, Sue entraría al salón de música a encender las velas, y la chimenea, verificar que las mantas estuviesen perfectas y dejar un plato de deliciosas frutillas, chocolate y una fría y perfecta botella de Champagne.
Un par de horas más tarde, Sue repetiría la misma acción en el baño de nuestra habitación, llenando además de agua caliente el jacuzzi, añadiendo las sales, la espuma y los pétalos que ya había dejado preparados.
En algún momento de la noche me senté en el sofá con nuestros hijos, y como de costumbre escaneaba el salón para poder encontrar a mi ángel. Lo vi conversando con mi nono, pero me asustó  el profundo dolor que veía en esos ojos hermosos del mismo color de los de mis pequeños, y que eran hechiceros y cautivantes, hice ademán de levantarme para ir a ofrecerle algo de consuelo pero no me lo permitió.
Pude finalmente acercarme a él tiempo después, envolviéndolo en mi abrazo, diciéndonos dulces palabras de amor como siempre desde que habíamos olvidado el pasado, desde que habíamos dejado los errores, las penas y las culpas detrás de nosotros; pero nos vimos interrumpidos por una pequeña discusión entre nuestros dos hijos más pequeños, la cual Christ's manejó a la perfección, como si lidiara a diario con ese par de bribones, logré conseguir una hermosa imagen de Christopher, y nuestros pequeñitos, para luego unirnos Jane y yo a la foto, logrando la perfecta foto de familia con la que llevaba soñando tanto tiempo.

La OtraWhere stories live. Discover now