Capítulo 19: Celos (Sofi POV)

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Outtake Capítulo 18: Celos...

Sofi POV
Capítulo: Mi hija.

Desperté luego de un sueño corto pero reconfortante en los brazos de mi ángel, ahora respiraba un poco más tranquila, todo parecía haber regresado a la calma luego de la tempestad por la que atravesamos el día de ayer. No podía creer que Mónica había sido capaz de hacer, yo entiendo su odio hacia mí, entiendo que en su mente yo debía pagar por todo el dolor que el amor de Charlie por mi madre causo en su vida, pero porque hacerles daño a mis hijos... eran los hijos de Christopher... por Dios... eran sus nietos, como podía dañarlos de esa forma, como pudo poner en riesgo la vida de nuestra bebita, y a Jane, a esa pequeña que tanto pregonaba amar con locura y la abnegación de una madre amorosa... como era capaz de dañar a Jane de esa forma.

Me removí inquieta entre los brazos de mi prometido, de mi amor, me gire y para quedar frente a ese rostro perfecto cincelado por lo ángeles, Mi Dios Griego... era mío, solo mío.
Ayer en la rueda de prensa me provocó arrancarle los ojos a más de una estúpida que se lo comía con la mirada... es que son ciegas o estúpidas... quizás ambas cosas, es que no se daban cuenta que ese hombre es mío completamente mío en cuerpo y alma, era mi nombre el que tenía tatuado en cada centímetro de su piel, era mi cuerpo el que se había fundido en el suyo en cientos de horas de amor y de pasión, el era mío de la misma forma en la que yo era suya... ese sentimiento de posesión extrema era el mismo que compartía Christopher por mi, y por el que yo le reclamaba una y mil veces... pero la verdad es que no me gustaba como esas taradas botaban baba por él... Él es mío, solo mío, fui dejando pequeños besos por su rostro, pero no lograba despertarlo.

Mi ángel seguía dormido, y la verdad es que me daba lástima despertarlo por más que mi cuerpo lo deseara en este momento, sé que mi amor tuvo una noche increíblemente difícil, no solo por la desagradable escena que nos encontramos al llegar y ver a nuestros hijos gritándose los unos a los otros, además del tremendo empujón que Jane le dio a Lizzie, mi ángel le tocó lidiar con las dudas, el dolor y el desamor de nuestros hijos, ver el dolor reflejado en su rostro cuando nuestra gatita no aceptaba sus cariños, o cuando le llamó por su nombre y le reclamo por no amarla, ese dolor me hizo sufrir mucho con y por él...ese mismo dolor que se multiplicó cuando Christopher le gritó que no quería que fuera su papá, que no quería llamarse como él, cuando exigió que lo llamáramos Alexander en lugar de Christopher, mi pequeñito tan inocente que no se daba cuenta que aún llamándose Alexander seguiría llamándose como su padre, y luego de que media tormenta había pasado, cuando ya Christopher había podido sosegar a Jane y a Elizabeth, le sobreviene a nuestra pequeñita ese repentino ataque de asma que nos dio un susto de muerte. Por un instante pensé que todos esos exámenes cardíacos a los que había sometido a mis hijos tras la muerte de Christine habían dejado pasar algo por alto, y cuando vi a mi princesa en brazos de su padre jadeando por respirar y agarrarse el pecho el miedo se apoderó de mí... no podía perderla a ella también, no podía resistir perder también a Elizabeth, y a juzgar por las miradas de auténtico temor que Christ's me lanzaba por el espejo retrovisor de tanto en tanto entendí que le pasaba lo mismo.

Cuando Owen le preguntó a Christ's, de parte de Charlie si quería que llamará a Emanuel, sentí una especie de anhelo y consuelo, pero a la vez me aterraba que se repitiera el incidente de Mónica y que la situación de mi ángel con nuestros hijos empeorara de la misma forma en la que podría hacerlo la salud de mi princesita, de alguna forma me tranquilizo la decisión de Christopher de mantener a Emanuel lejos de nuestra gatita, al menos por lo pronto.
De alguna manera sentía dolor por mantener a Emanuel alejado de mis hijos, sentía pena por todo el dolor que nuestra situación con Emanuel le causaba a mi amiga, y a su familia.
Una vez en el hospital Charlie se hizo cargo de todo como el abuelo dedicado y amoroso que era. Me toco soportar la posesividad y celos de mi prometido ante los intentos de coqueteo del Doctor Thompson, y ocultar el ataque de risa que me había provocado el que llamará a Christopher como Sr. Smith... aunque la verdad lo era, porque él era mío, y si yo sería la Sra. Castle, entonces el era el Sr. Smith. El doctor nos había advertido que el cuadro de Lizzie no se repetiría sino no se veía sometida de nuevo al evento o eventos que lo habían desencadenado, así que sea como sea no íbamos a permitir que nuestros hijos se vieran expuestos nuevamente al rencor de de Mónica, sé que Christopher haría cualquier cosa por proteger a nuestros hijos, aun cuando eso marcara un distanciamiento con su madre, y por supuesto con Emanuel ... Emanuel ... no sé porque ese tema en particular me dolía tanto.

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