Capítulo 6: No Sirve De Nada Negarlo

8.6K 422 44
                                    

Nota:

Los recuerdos de Christopher los encontrarán en letra cursiva, lo referente al libro de Sofia, “La Otra” podrán leerlo en subrayado.

==========================================

 

No podía creerlo, he deseado tantas veces estar en el lugar en el que me encuentro justo ahora…
Dios, cuantas veces he imaginado poder estar aquí frente a la lápida de mi mariposita, cuantas veces desperté en la noche queriendo estar en el lugar donde descansaba mi pequeña, para poder decirle estando cerca de ella, cuanto la amo, cuanto la extraño aún sin conocerla, cuanto quisiera tenerla a  mi lado… ya en este punto ni siquiera podía fijar bien la vista en la lápida de mi hermosa bebé…
Las lágrimas caían incesantemente por mi rostro… Dios, mi dolor afloraba por mi cuerpo con una intensidad abrumadora…
Mi Mariposita estaba en Chicago… mi pequeña siempre había estado cerca de mí… justo cuando pensaba que hoy podría estar seguro del amor de mi princesa me encuentro con esto, que me hace ver la magnitud de su amor por mi…  
Como podía pedirme perdón mi princesa por no haberme contado antes que mi mariposita estaba en Chicago… si lo hizo para que mi pequeña pudiera estar cerca de mí… o más bien para que pudiera yo estar al menos cerca de mi mariposita, ya que no los tenía a ellos…
Ahora entiendo como siempre me sentí tan cerca a mi princesita… como me sentía ligado de forma especial a la que estaba destinada a ser la más consentida de mis princesitas… mi pequeñita Christine.

 
- Amor… no sabes cuanto te extraña papi… no sabes cuanto… cuanto… deseaba poder conocerte, tenerte en mi brazos.- decía entre sollozos.- Mi pequeñita… cuanto te falle, cuanto le falle a tu mami… a tus hermanitos… Cielo, no cuide de ti… no te protegí… no se como puedo perdonarme perderte… no sé como tu mamá va a perdonarme el que no te protegiera mi amor. No sabes como te lloro, como sufro no tenerte en mis brazos…- intente quitarme algunas lágrimas de la cara, pero la verdad no servía de nada.-  Tengo un dolor enorme en el alma mi mariposita… se que a tus hermanitos podré conocerlos algún día… estrecharlos entre mis brazos y decirles que los amo… Pero como hacer eso contigo mi peque…- Suspire pesadamente.- Christine… como papi puede superar este dolor de no tenerte si nunca podré abrazarte, si nunca podré darte dulces besos sobre tu hermosa cabecita, nunca podré verme reflejado en esos hermosos ojitos azules… calidos y dulces tan iguales a los de mamá, como si nunca podrás ver la ternura que tu corta existencia dejo en mi corazón… como si nunca podré decirte que te amo y que estoy orgulloso y feliz que hallas sido parte de mi y de la mujer más maravillosa del mundo…. Mariposita, porque nos dejaste… porque te fuiste… porque nos dejaste tanto dolor, si lo que venías tu a traer al mundo y a mi vida era alegrías… felicidad y paz…

Mis lágrimas caían una tras otra, tras otra, sin poder evitarlo…

- Pero ahora estas en el cielo… y eres un hermoso ángel… ya lo eras en la tierra…  cielo espero que acompañes siempre a tu mami y a tus hermanitos… ellos necesitan mucho un ángel que los cuide, y tu mi mariposita eres el más hermoso ángel que puedan tener… Yo sé amor… yo sé… que debería ser yo quien los cuide, pero confío que mientras no estoy con ellos tu los proteges y los cuides de alguna manera.- Aún cuando me derrumbaba de dolor, aun cuando sabía que no iba a poder mantenerme en pie yo solo por ahora, sentía una especie de consuelo, en saber a mi mariposita cerca de mi… en saber que podría visitarla siempre, en saber que ella estaba conmigo… Que increíblemente maravillosa era mi princesa, era la mujer más maravillosa, más hermosa, más amorosa y más buena del mundo… y yo no me la merecía. Siempre pensé que tendría que viajar a Londres o cualquier otro lugar del mundo, que ahora sabía que ese otro lugar del mundo estaba en Italia, para poder estar y hacer, como estoy y hago ahora, de rodillas, llorando mi dolor, implorando el perdón de mi hija y diciéndole de corazón cuanto la amo.- Bebe será que algún día tu papá va a poder encontrar paz aunque no la merezca, será que tu papá va poder encontrar felicidad… Aunque si soy sincero hija, mi paz y mi felicidad se resumen en poder consagrar mi vida a hacer feliz a tu mami, y a tus hermanos… a Lizzie, a Christ's y a Jane…
Dios pequeñita,  no sabes cuanto me hacen falta todos ustedes, no sabes cuanto los extraño.
Cariño, dentro de todo el dolor de no tenerte, dentro de todo el dolor de haberte perdido, dentro de todo mi arrepentimiento, de mi frustración, siento algo de consuelo al saberte cerca de mí, cerca de mi corazón pequeñita… Te prometo que vendré siempre a verte mi cielo, quiero pedirte también perdón por no haberte visitado antes mi mariposita, y no haber traído flores o algo para ti amor, pero la verdad es que papá no tenía idea de que estabas aquí.- y ahí entre mis lagrimas seguía conversando con mi mariposita.- Que diferente serían nuestras vidas si tu papa no fuera tan imbécil amor… Dios mi mariposita como he podido vivir así, sin tu mamá, sin tus hermanitos… sin ti, siendo infeliz, haciendo infeliz a tu hermana Jane, con mi infelicidad bebe… Ay nena, que infelices hemos sido todos peque.

La OtraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora