Capítulo 7: Recordando El Principio Del Fin

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Nota:

Los recuerdos de Christopher los encontrarán en letra cursiva, lo referente al libro de Sofi, "La Otra" podrán leerlo en subrayado.

......

Estaba completamente eufórico, mi princesa... Me Ama... de alguna forma no lo podía creer... más bien en ninguna forma creía que eso era posible, o por lo menos que me lo mereciera... si... no me lo merecía... Sabía que no lo merecía, pero estaba feliz que así fuera, si alcanzaba su perdón no me alcanzaría vida para poder hacerlos todo lo feliz que les correspondían después de tanto dolor y tanto sufrimiento ... pero sin duda alguna haría el intento... tenía que buscar la forma de hacerla volver... o de irme con ella a cualquier lugar del mundo que ella dispusiese, aunque siendo sinceros sé que tanto ella como yo, no vamos a querer nunca separarnos de Chicago, irnos de Chicago se sentiría como abandonar a nuestra bebé, y estoy más que seguro que ninguno irá a dejar atrás a nuestra mariposita.

Ahora más que en cualquier otro momento del día y después de leer el correo de mi ángel, puedo tener casi la certeza de que el reencuentro estaba cada vez más cerca, lo podía sentir con cada poro de mi piel, en cada célula de mi cuerpo...
Tenía que prepararlo todo, tenía que terminar de leer el libro de mi princesa, tenía que conocer exactamente el matiz de su dolor, para poder saber cuales eran las cosas por las que ella necesitaba que le pidiera perdón, para agregarla a las muchas razones que tenía en mi propia lista...
Sabía que tenía que pedirle perdón por no haberla amado como se merecía, aun cuando la amaba como nunca podría nadie amar en este mundo, con un sentimiento que me sobrepasaba a mi mismo, tenía que pedirle perdón por mantenerla en la sombra, tenía que pedirle perdón por todas las veces que sufrió viéndome del brazo de otra mujer que ocupa el puesto que por derecho propio le correspondía, tenía que pedirle perdón por las migajas de tiempo que le daba, tenía que pedirle perdón por todas las cosas grandes y pequeñas que olvide y dañe en nuestra relación, tenía que pedirle perdón por haberme casado con Nicole y no haberla esperado, tenía que pedirle perdón por no hacerle frente a las amenazas de Nicole y dejarla, tenía que pedirle perdón por cada dolor, desplante o humillación que recibió de Nicole, Mónica o Emanuel por el simple hecho de amarme, tenía que pedirle perdón por mis celos sin razón, por haberla dejado ir de mi lado, por dejarla sola en su embarazo, por no cumplir sus antojos, por no acariciarle el vientre diciéndole a nuestros hijos que los amaba y los esperaba, por no acompañarla y sostenerle la mano en cada eco, por no estar con ella el día que nacieron nuestros hijos, por no acompañarla cuando descubrieron la enfermedad de nuestra pequeña, por no ver juntos por primera vez a nuestros bebés y decirle que los amo y que soy feliz de que estén en este mundo, por no estar con ella en la muerte de nuestra pequeña, por no estar con ella todos estos años y vivir juntos cada pequeña cosa relacionada con nuestros bebes, cada pequeña cosa relacionada con nuestra vida.... Y esas solo por nombrar algunas de las muchas culpas que guardaba en mi interior...
Así que la perspectiva del reencuentro no solo me llenaba de alegría sino de un miedo que me paralizaba... Miedo a que aún amándome como me ama... aún amándonos como nos amamos, no pudiera perdonarme... miedo en que de alguna forma aún consiguiendo su perdón no quiera tenerme a su lado... Sea como sea debería dejar los miedos y concentrarme en ir alcanzando un paso a la vez... y uno de esos pasos era quitarme el fantasma de la muerte de mi mariposita, y para eso debía escuchar de mi padre que pude haber hecho para salvarla, aunque eso solo lograra aumentar mi tormento o contrariamente regalarle un poco de paz a mi atormentado espíritu... Si eso pudiera ser posible... Así que aunque un poco exhausto por toda la descarga emocional del día decidí salir de mi cuarto he ir en busca de mi padre...

Fui hasta su despacho, supuse que estaba allí, en efecto la luz estaba encendida por lo que seguramente estaría adentro... Toque la puerta.

- Adelante.- escuche la voz de mi padre desde el otro lado, entre y estaba sentado en su escritorio con el expediente de Christine que yo le había dado la noche anterior.- Pasa hijo, siéntate.- me indicó.- Pensé que estarías aún descansando, la verdad es que debes estar muy cansado con todo lo que viviste hoy.- me dijo con su habitual cariño.

La OtraWhere stories live. Discover now