Capítulo 26: Hijos bastardos

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— ¿Qué es lo que está haciendo?

—Son... Las reliquias de la muerte

Frunzo el ceño mientras veo como el señor Ollivander dibuja con su dedo sobre la poca tierra que está esparcida por la celda. Deshace el boceto para inmediatamente después volverlo a hacer.

— ¿Las reliquias de la muerte? ¿Qué es eso?

—Sólo... es un cuento de niños

Su dedo índice se mueve sobre el polvo formando de nuevo esa figura tan peculiar. Intento imitar su acto hasta que él niega y me detiene.

—Lo estás haciendo mal. Es así

La yema de su dedo forma primero un triángulo, después un circulo en el centro y por último una línea vertical que los atraviesa.

—¿Por qué lo dibuja? ¿Es... algo importante?

—Para mí no

Intento decir algo más, pero Draco entra a la celda; lleva el cabello despeinado y la respiración acelerada. Hace una mueca y se agacha frente a mi.

—Vamos

— ¿Qué?

—Vamos, levántate—Me ayuda a hacerlo mientras hace que mi varita salga volando hacia Ollivander—Saldremos de aquí. Él... quiere verte

Mi corazón se acelera por el miedo. Después de tantos días Voldemort ha pedido verme, ¿Será que ha encontrado a Harry?

Draco me hace subir los escalones, me ata las manos y pone su varita en mi espalda dándome leves empujones.

—Camina. Y por favor, finge que he estado maltratándote de alguna manera

Asiento, con la sensación de malestar golpeándome la garganta. Las manos de Draco me toman por la nuca, pero sin lastimarme. Me conduce hasta una habitación donde sus padres, Bellatrix y un par de carroñeros resguardan el asiento principal donde Voldemort está sentado.

Draco me empuja cuando hace conexión visual con su padre; caigo de rodillas frente a ellos con el cabello tapándome el rostro. La gran serpiente se pasea por mi lado, con su baboso cuerpo golpeándome el costado izquierdo.

—Ah, la chica Potter—Su voz me lastima la cicatriz y evito mirarlo a toda costa—Tan frágil...

—Hágalo ahora, mi señor. Hágalo ahora

—Espera, Bellatrix. Todo a su tiempo

Su voz sisea y si no fuese porque los demás pueden entender lo que dice pensaría que está utilizando el parsel para comunicarse conmigo. Siento sus pasos rodeándome, con el frío de su túnica erizándome la piel.

—Después de tanto tiempo volvemos a vernos, ¿No te parece excelso?—No contesto, sino que veo el piso—Oh, querida, ¿No dices nada? Lucius, creo que debes eliminar las ratas de los calabozos, le han comido la lengua a nuestra invitada

Bellatrix comienza a reír, pero ignoro el hecho de que se haya callado en ese mismo segundo.

Mi cabello es halado hacia atrás con fuerza provocándome un grito. De un segundo para otro tengo su rostro pálido y repugnante frente al mío.

—Han tratado de escapar, pero olvidan que nunca nadie ha podido huir de mi

— ¿No?—digo, sosteniendo mi cabello para que no me lastime más—Pues mi hermano y yo lo hicimos, hace dieciséis años, siendo unos bebés. Creo que eso es suficiente para considerarnos una excepción

Su larga, pálida y repelente mano choca contra mi mejilla. Un hilillo de sangre me resbala por la comisura gracias a la tunda que me ha proporcionado. Sin embargo, sonríe como si le hubiese hecho un cumplido.

—Supongo que te es necesario recordar lo que les pasó a tus padres al querer desafiarme

—No en realidad—digo, escupiendo la sangre que se ha acumulado en mis labios—Su muerte se verá útil cuando mi hermano y yo te destruyamos

He de decir que nunca he oído una risa tan potente y frívola como la suya; hace que mis tímpanos se desgarren y mi estómago se revuelva. Suelta mi cabello para pasearse a mi alrededor con la serpiente siguiéndolo.

—Oh, pero que conmovedor. La chiquilla aun piensa que podrá vencerme—dice, como si no pudiera escucharlo—Siempre me ha gustado presenciar la esperanza de los jóvenes. Tan llenos de ilusiones y tan... tontos

Y de pronto su rostro ya está pegado al mío.

—Ninguno de ustedes es rival para Lord Voldemort—Su dedo índice toca mi cicatriz haciéndome gritar. Es una sensación de ardor terrible—Ninguna chiquilla con un bastardo en las entrañas me arrebatará lo que es mío

— ¡Basta!

—¿Dónde está el otro? ¡¿Dónde está Harry Potter?!

—No lo sé

— ¡Dímelo!

—¡No!

—Tarde o temprano estaremos los tres juntos—sisea en mi oído—Y Harry verá como elimino a su sobrino desde las entrañas y presenciará la muerte de su única hermana

— ¿Aún crees que Harry será tan tonto como para caer en tus trampas?—pregunto cansada—Por favor, Tom. Si hay algo que hemos aprendido de ti en todo este tiempo es que tu más grande miedo, es el miedo mismo

Sus facciones se endurecen y sus ojos de áspid se clavan en los míos como si con eso me fuera a matar de una vez. Bellatrix emite un chillido y cuando quiere acercarse, Tom se lo impide.

Sonríe, a pesar de que su enojo sigue creciendo.

—Te crees invencible, ¿No es así?

—Puede decirse que eso es algo en lo que nos parecemos, ¿Verdad, Tom?

—No te atrevas a llamarme de esa forma muggle de nuevo

—¿Por qué, Tom? Alardeas de que mi hijo es un bastardo pero, ¿Qué hay de ti? ¿Qué eres tú? Sé tú historia, sé que no eres mas que el producto adulterino de tu madre con Tom Riddle, el muggle del que se enamoró. ¿Qué soy yo, Tom? ¿Qué es lo que soy comparada contigo?

Sus ojos se agrandan y con un grito me levanta por el cabello para lanzarme contra la pared más cercana. Mi espalda cruje y a pesar de que busco la ayuda de Draco sé que no va a llegar. Tom me levanta y me empuja hacia Draco.

—Enciérrala—Ordena, con los ojos centelleando por el enojo—Déjala en vigilia, sin agua—Sonríe mostrando los dientes—Mis planes han cambiado

—Mi señor...—dice Narcisa, pero la manda a callar

—Acabaré con Skyler Lilian Potter—Canturrea—Mañana

Me mira para después llamar a su serpiente.

—Le sacaré a ese inmundo del vientre y se lo daré de comer a mi Nagini

[Editado]

»Always, Potter [Fred Weasley]«Where stories live. Discover now