»Always, Potter [Fred Weasley]«

Capítulo 41: Morir por ella

—Mi señor, ¿No sería... más ah... prudente detener el ataque y que busque a los niños usted mismo?

—No necesito buscarlos, ¡Antes de que termine la noche ellos vendrán a mí!, ¡¿No lo entiendes!? ¡Mírame!—Su mano impacta contra su pálida mejilla mientras él hace lo que le ordena—¿Cómo puedes vivir así, Lucius? ¿Cómo puedes conformarte con ser tan poca cosa?

—No... no lo sé, mi señor

—Haz la maldición cruciatus, Lucius, ¡Quiero que esa bastarda lo sienta!

—Pero mi señor—replica—No puedo hacerlo, estoy muy débil

Él gruñe, insatisfecho

—Tráeme a Severus, ¡Que venga ante mí!

—Skyler, ¡espera!

—No puedo esperar más, Harry—digo mientras corro fuera del castillo, atacando a cada mortífago que se me cruza enfrente—Tengo que llegar a la Casa de los Gritos antes de que algo malo suceda

—Creí que ya no confiabas en Snape—Me dice siguiéndome el paso

Sé que Harry tiene razón, pero a pesar de lo que ha pasado con el profesor Snape me preocupa que se reúna con Voldemort a solas, podría lastimarlo o incluso matarlo. Aunque suene tonto creo que siento preocupación por él. Sigo corriendo, aferrándome a mi varita.

—No lo sé, Harry. Yo... sé que Snape hizo mal pero no puedo tirar a la basura tantos años de aprecio. Sólo... no quiero que salga lastimado.

Corremos hasta la casa de los gritos, deteniéndonos únicamente al llegar a una habitación de las que provienen voces. Mi garganta se cierra al notar la voz del profesor. Harry me toma del brazo para escondernos contra una pared.

Los sonidos de la batalla me ofuscan; gritos, lamentos y voces cargadas de dolor envuelven la atmósfera conforme la conversación de los otros dos avanza.

El pecho me duele, como si tuviese un mal presentimiento. Las manos me hormiguean y sin poder evitarlo pienso en Fred.

'Ojalá que esté bien'

—Ha llevado a cabo magia extraordinaria con esa varita, mi señor. Tan sólo en las últimas horas ha... logrado mucho

—No—sisea y el tono de su voz me causa nauseas—No. Yo soy extraordinario, pero la varita se resiste a mi

—No hay varita más poderosa que esa. El mismo Ollivander lo dijo. Cuando los niños vengan la varita no le fallará

—Tengo un problema más, Severus—dice. Puedo ver su silueta moviéndose de un lado a otro- La conexión de esa chica con Lucius, ¿Qué puedes decirme de eso?

—No entiendo a qué se refiere, mi señor

—¡La conexión, Severus!—grita—¡Esa que une a Lucius y a Skyler Potter!

—No creo que eso represente un problema, señor. La conexión se romperá cuando ella muera

Ambos guardan silencio y entre las sombras Harry me lanza una mirada.

—Eso espero, Severus. Porque de lo contrario, si la chica no muere...

—Lo hará, téngalo por seguro

Mi pecho duele tanto que quiero gritar. La batalla sigue en el castillo y yo no puedo dejar de pensar en Fred.

—Y cuando ambos mueran...—Pregunta el profesor—¿Qué pasará con las hijas de Skyler?