Cap 15: El templo del lago Hylia. El heroe vs su doble

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*desde aquí denle play amigos*

Narra María:
Después de cruzar el atajo del cementerio de Kakariko logramos llegar a la entrada del templo del lago Hylia. Gracias a las bombas de agua, la roca que bloqueaba la entrada al templo fue destruída y nadamos hacia el interior. En el camino nos topamos con grandes almejas y enormes medusas que deseaban electrocutarnos, más se quedaron con el deseo. Mis brazos no aguantaban de tanto nadar; pero soporte hasta llegar a la superficie. Mire el templo y era idéntico al juego. Nunca me gustó ese lugar porque me traía horribles sensaciones de miedo y escalofríos de sólo obsérvalo.

- El templo del lago Hylia....es algo tétrico - dije después de quitarme la máscara de la boca.

- Entonces busquemos la pieza y salgamos rápido - dijo Link quitándose la máscara. Salió del agua y me tendió la mano para ayudarme a salir. Avanzamos hasta llegar a la parte donde estaba unas grandes estalactitas de piedra en el suelo. Link avanzó y de repente cayó una de las estalactitas haciendo un escalón. Ahí mi memoria comenzó a funcionar.

- Amor, usa las flechas con bombas y disparalas a las estalactitas - saque el arco y una flecha y se los entregué

- Mejor hazlo tú amor. Nadie mejor que tú con el arco - me dijo mientras rechazaba el arco y la flecha.

- No Link....no soy tan buena arquera como tú. Además, creo que lo del puente sólo fue suerte.

- Yo se que no fue así. Vamos - me sentía dudosa por intentarlo y que diera en el blanco - Hagamos una apuesta. Si disparas y le das a las estalactitas, me das un beso; pero si no, yo usaré el arco el resto del lugar, hecho?

- Hecho - me dio una flecha explosiva y apunte a una de las estalactitas - Pero sólo acepte porque no quiero cometer una...- dispare y le di haciendo que cayera y creará un peldaño para subir por uno de los altos muros - ...tontería - Link me miro con una sonrisa picarona diciendo "te lo dije" - No vale! Fue suerte! - termine por dispararle a todas las estalactitas sin fallar ningún disparo.

- Entonces, gane la apuesta....donde está mi premio? - se empezó a acercar a mi para el beso. Yo me reí y con mi mano le aparte la cara de mí.

- Pues te vas a quedar con las ganas. Además, le prometí a Midna no retrasar - apenas di dos pasos cuando Link me tomo de la muñeca y me acercó a su pecho atrapándome entre sus brazos.

- Pero quien esta retrasando soy yo. Además, una apuesta es una apuesta. Así que págame - me dijo con su sonrisa picarona que me hizo reír otra vez. Se inclinó un poco y lo comencé a besar de forma apasionada que al parecer le gustó porque me abrazó con más fuerza - Mmm...creo que haré apuestas cómo está más a menudo - me sonrojé por lo que dijo; pero a la vez me estaba riendo. Eso hizo que él se riera y besara mi frente - Sigamos amor - yo asentí y retomamos el camino. Pasamos por un puente que parecía estar hecho de corales y debajo de él había un gran río infestado de monstruos acuáticos, y delante de nosotros, había un lizalfo de guardia en la puerta que necesitamos atravesar. En cuanto el lizalfo nos miro se lanzó hacia nosotros. Nos miramos y sonreímos entendiendo lo que el otro planeaba. Link saco la espada y el escudo, se puso detrás de mi. Corrí hacia el lizalfo y tomándolo de las muñecas lo patee en su estómago y lo lancé hacia Link, y él con la espada lo mató

- Hacemos un increíble equipo - dijo Link enfundando la espada y guardando el escudo.

- Juntos, no hay nadie que nos detenga - le respondí sonriendo. Link abrió la puerta y como todo un caballero me dejo cruzar primero. Al entrar, se pudo ver la gran escalera giratoria. Debajo de ella, estaba rodeada de agua infestada de pirañas y en la base de las escaleras estaba la entrada al jefe de ese templo, y en el nivel que estábamos como en el superior habían palancas que al accionarlas harían rotar las escaleras. Subimos por ellas y avanzamos hasta que me detuve en frente de la primera palanca que debía accionar, salte y tire de ella; pero no la podía bajar. Tiraba y tiraba, pero no bajaba. Hasta que sentí algo a los costados de mi cintura y me ayudó a tirar más fuerte la palanca. Está bajo y la escalera roto haciendo que la parte baja de esta se pusiera frente a mi. Antes de que la escalera terminara de girar y me golpeara, me solté del agarre de la palanca y lo que me sujetaba me halo hacia atrás haciéndonos caer al suelo.

El héroe elegido y la princesa de las hadasWhere stories live. Discover now