Capítulo 2: The Voice Inside Our Heads

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Scott.

Sacando ventaja de la ausencia de mi papá en la casa durante la mañana del domingo, aprovecho para tratar de resolver todo lo que ha pasado en las últimas veinticuatro horas junto a mi mamá, la manada, Deaton y Derek.

Deaton había estado aquí la noche anterior, cuando descubrimos que el ataúd donde debía estar mi hermana estaba ocupado en su lugar por un maniquí, y el padre de Stiles le había pedido ayuda para averiguar qué estaba pasando, a lo que él fue en busca de Derek para que él hiciera lo que a mí no se me ocurrió hacer en ningún instante: conseguir la ropa con la que Mer murió e ir a la morgue (el último lugar donde estamos seguros que el cuerpo de mi hermana estuvo) para seguir su rastro desde allí.

«El rastro se pierde en cuanto sales al estacionamiento», había dicho Derek cuando mamá le preguntó si consiguió hallar algo. «Lo extraño es que desaparece de forma radical y no parcial como suele pasar».

«¿Eso qué significa?», le pregunté y Deaton fue quien respondió: «Significa que es probable que quien se llevara a Meredith no quiere que la encontremos».

Para ese entonces todos habían vuelto a sus casas, por lo que les envíe un mensaje con la información que a mamá y a mí nos había afligido tanto. Y sin siquiera pedírselos, después de la hora del desayuno ellos habían venido para buscar las respuestas que tanto necesitábamos. Incluso Derek trajo a quien él creía podía ayudarnos, alguien cuya presencia incomodaba a la mayoría. Especialmente a mamá.

—¿Por qué nadie en este pueblo puede quedarse muerto?

Ruedo los ojos y retengo las ganas de golpear a Peter Hale cuando aparece de nuevo en la sala de estar, obviamente a él no le apetece ayudar. Mamá le lanza una mirada asesina que él ignora olímpicamente al pasar frente a ella para ir a sentarse en el sofá individual después de haber echado un vistazo a la habitación de mi hermana.

Noto que Isaac, Allison y Lydia le dedican también una mirada furiosa.

—Es curioso, nosotros nos preguntamos lo mismo cuando tú reviviste —ataca Stiles, fulminándolo con la mirada antes de llevar su atención a Derek, quien está bajo el umbral de la cocina—. ¿Por qué lo trajiste siquiera? ¿De qué nos sirve tenerlo aquí?

—Porque él sabe sobre las originales —responde con simpleza—. Y Meredith es una de sus descendientes, ¿no?

Mi cabeza de inmediato gira en dirección a Peter, quien juega con un hilillo suelto del tapiz del sofá.

—¿Sabes de ellas? —le pregunto.

—Bueno, sé una o dos de las versiones de su historia —dice con tono desinteresado para luego cruzar los brazos.

—¿Y esas cuáles serían? —inquiere Deaton, su hombro izquierdo apoyado contra la pared.

Todos miramos a Peter, expectantes por su respuesta. Él vira los ojos, resopla y se pone de pie, pero no habla hasta el momento en el que analiza una foto de Mer de cuando tenía cinco años.

—Para empezar, uno de los tres datos que nunca cambia en la historia del primer aquelarre de brujas es el número de sus integrantes: siete —empieza a contarnos, aún con la foto enmarcada entre sus manos—. Algunos dicen que todas eran hermanas de hombres lobo, otros que eran distintas especies de seres sobrenaturales y unos pocos que solo una de ellas, la líder, tenía en realidad un hermano. Era un alfa verdadero —dice mirándome con los ojos entrecerrados, dejando la foto en su lugar—, ese es el segundo dato que prevalece en las variaciones de la historia.

—¿Cuál es el tercero? —cuestiona Stiles con seriedad, pero la forma en la que retuerce sus manos demuestra lo nervioso que está.

—Instantes antes de morir todas ellas hicieron una clase de hechizo para preservar sus almas y sus poderes, los cuales serían heredados por personas que tuvieran un corazón puro y además un lazo único con alguien que poseyera la misma cualidad. Como por ejemplo, ser hermanas de alguien destinado a convertirse en un alfa verdadero.

About Witches & Covens | AW&W: 3 | Teen WolfWhere stories live. Discover now