Capítulo 18: Liar, Liar, Your Pants Are On Fire. Parte II

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|| Floating Blue Circles In The Night.




—Dime que ese no es el final de la película —me suplica Stiles, su brazo derecho envuelto alrededor de mis hombros—. ¡No puede acabarse todavía!

—Los créditos están en la pantalla, definitivamente ese fue el final —le digo, ahogando un bostezo.

—Pero... ¿se salvó la chica? ¿O se la comió el tiburón? ¿Y su hermana está viva o no? —inquiere sumamente intrigado—. Oh, Dios mío. ¿Las dos se murieron y la parte en que nadan a la superficie fue algo así como un sueño?

—No fue un sueño, fue real. Las dos vivieron. —Tomo el control remoto de la televisión y bajo el volumen del aparato, un poquito harta de la música de suspenso de los créditos de la película.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque cuando la hermana logró contactar por la radio al sujeto del bote él le dijo que les iban a mandar los otros tanques de oxígeno pero que era peligroso porque podía causarles alucinaciones —explico al tiempo que me enderezo, dejando de usar el pecho de Stiles como almohada para sentarme a su lado—. La parte en la que el tiburón alcanza a la hermana fue una alucinación de la que se quedó dentro de la jaula.

—Pero se supone que el tiburón se la comió antes de que pudiera darle el tanque de oxígeno —dice, acomodándose mejor contra la cabecera de la cama.

—También fue parte de la alucinación. —Me tallo los ojos y luego tomo mi celular para checar la hora—. Les dije a mamá y Scott que regresaría a casa antes de las diez y son casi las once. ¿Me llevas?

Stiles se endereza, despegando la espalda de la cabecera y cruzando las piernas.

—Uhm, ¿y por qué mejor no te quedas? —pregunta con tono casual y desinteresado, lo cual contradice el brillo en su mirada, que me ruega acepte su invitación.

Es domingo por la noche, para ser más específica, es domingo veinte de febrero. Hoy Stiles y yo cumplimos once meses de noviazgo y para festejar pasamos todo el día juntos. Por la mañana fuimos a IHOP a desayunar unos deliciosos waffles de vainilla con fresas y miel de maple, luego vinimos a su casa y tuvimos una aburrida maratón de Star Wars que acabó pasadas las dos de la tarde, justo cuando Stiles se dio cuenta que yo me había dormido (caí en brazos de Morfeo en algún momento de la primera película). Después fuimos a comprar pizza para comer y como para ese entonces el sheriff había despertado ya de su noche-mañana de descanso le invitamos a sentarse con nosotros y ver una de las tantas películas que rentamos en nuestro camino de regreso a la casa.

Al cabo de dos películas el sheriff nos dejó para ir a alistarse e irse a cubrir su turno en la comisaría, agradeciéndonos por la comida y también por incluirlo en nuestra pequeña celebración.

—No quiero meterte en problemas con tu papá. O con el mío, todavía debes esforzarte en caerle mejor —le recuerdo a Stiles—, y quedarme a pasar la noche solo te restará puntos.

—Tu papá no tiene por qué enterarse que te quedaste a dormir —manifiesta, yo arqueo una ceja—, y mi papá no regresará hasta mañana, lo sabes, con todo lo que pasó en los últimos cuatro días se le ha acumulado un montón de informes forenses que debe leer y papeleo que rellenar.

—¿Qué hay de mi mamá y Scott?

—Melissa tiene el turno de la noche otra vez, ¿verdad? —Asiento—. Entonces no sabrá si llegaste a casa o no. Y Scott, bueno —hace una pausa a la par que se acerca hasta mí y acomoda un mechón de cabello detrás de mi oreja—, él va a tener que aprender a vivir con el hecho de que eres mi novia y de vez en cuando voy a robarte de tu casa para pasar tiempo a solas contigo.

About Witches & Covens | AW&W: 3 | Teen WolfWhere stories live. Discover now