Capítulo 6: Safe, Sound and Alive

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Stiles.

Mis ojos están fijos sobre el folleto que mis temblorosas manos sostienen pero mi cerebro está sumido en los acontecimientos de las últimas dieciséis horas y a su vez no deja de prestar atención a las personas que entran y salen por las puertas dobles situadas tres metros delante de mí, esperando que las enfermeras no me mintieran y la chica por quien mi roto corazón ha vuelto a su lugar en mi pecho realmente salga de ese pasillo al que no me dejan entrar.

Lydia, Allison, Isaac y Kira se han ido a sus casas hace horas, vulnerables a la severidad y la amenaza de Rafael McCall cuando nos pidió a todos que nos retiráramos. Para mi fortuna, y para la desgracia del agente federal, yo soy inmune a lo que sea que salga de su boca. Especialmente si Meredith, mi Mer, está de por medio.

Una indescriptible sensación me oprime el pecho al recordar el momento en que hallamos aquel campamento abandonado y lo terribles que fueron los cinco minutos en los que creí habíamos llegado demasiado tarde y ese extraño, casi mítico, incendio me había arrebatado a Mer una vez más. También están los agonizantes diez segundos que me tomó llegar a Scott cuando la sostenía entre sus brazos, de nuevo mi cerebro creyó que algo tan horrendo como la muerte había sido la causante del que ambos se hallaran en el suelo, algo plenamente justificable puesto que diez días atrás fue así como los encontré y descubrí que ella había fallecido, sin embargo Meredith solo había perdido el conocimiento.

Aun así no me sentí aliviado hasta que Isaac dijo escuchar a su corazón latiendo, respaldando la afirmación de Scott de que ella estaba viva.

En honor a la verdad, odié un poco a Scott por ser él quien llegara a ella primero que nadie, y solo lo odié un poco porque a fin de cuentas ellos dos son hermanos, de haber sido otro el que llegara primero a Mer mi odio sería mucho mayor.

Otro factor que evita que odie más a Scott por haberme arrebatado aquella oportunidad es que Meredith llevaba puesta una de mis camisas de franela, no sé cómo la consiguió ni tampoco me importó mucho en ese momento, pero ver a la chica de mis sueños con mi camisa puesta levantó del suelo la última pieza rota de mi corazón y la devolvió al desastroso hueco en mi pecho.

Aunque nada de eso quita el hecho de que me habría gustado ser yo quien la estrechara en brazos al encontrarla en aquel campamento abandonado, sobre todo porque no pasaron ni tres minutos después de que Scott la atrapara antes de caer cuando su padre, junto a un montón de policías de la ciudad de Devenford, llegó y comenzó a ladrar órdenes a todo el mundo antes de acercarse a Scott y Meredith.

Al parecer alguien había escuchado la misma explosión que nosotros y no dudó en llamar al 911, y también aparentemente, el señor padre-ausente McCall rastreó el teléfono de Scott cuando notó que éste no estaba en casa.

Los oficiales que acompañaban al padre de mi mejor amigo y mi novia no tardaron mucho en quitarles sus armas a Allison y a Kira a la vez que se encargaron de mantenernos alejados del agente federal y sus dos hijos mientras él pedía una ambulancia a través de la radio policial.

Mi desprecio hacia Rafael McCall tomó un nuevo y estable rumbo hacia el odio en su forma más pura cuando no solo me prohibió acercarme a mi novia sino que también hizo que la policía de Devenford nos detuviera a todos mientras él y Scott se subían a la ambulancia junto a una inconsciente Mer.

Isaac, Lydia, Malia, Allison, Kira y yo estuvimos retenidos por casi siete horas en la comisaría de Devenford, más que nada por las armas que la cazadora y la kitsune cargaban consigo, pero eso fue suficiente para detestar al estúpido hombre que solo por haber sido donante de genes se hace llamar a sí mismo un "padre de familia". Por fortuna mi papá logró sacarnos de allí luego de mover unos cuantos hilos y también nos dijo a qué hospital habían llevado a Meredith, por lo que al instante en que me devolvieron las llaves de mi Jeep no dudé un solo segundo en deslizarme detrás de volante y conducir directo al hospital Memorial de Beacon Hills, donde he estado por poco más de diez horas.

About Witches & Covens | AW&W: 3 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora