9.

353 109 0
                                    

Llegamos a un callejón, habían niños de mi edad, un adulto, y niños más grandes.

Mi amigo les dijo mi nombre, a nadie le importo que llegara.

El adulto se acercó a mí, y me dijo que si quería estar en la familia, debía seguir algunas reglas.

Respondí que sí con la cabeza, y el saco un mango grande de su bolso bolivariano, y me dijo que comiera.

¡Me Duele Mi País!Where stories live. Discover now