Zancudos pegados al techo.

97 21 11
                                    

En este preciso instante fumo hierba para subirme a alguna nube y alejarme de todo. No, no es suficiente, la única forma de desconectarme de la realidad es durmiendo, y todavía soy muy joven para dormir una eternidad. Desde la nube, puedo observar Venezuela, y es la misma imagen de la película Troya, cuando el Rey ve su pueblo invadido, escucha todas las agonías, en su pupila se reflejan solo llamaradas que luego se convertirán en cenizas mientras la muerte viene divirtiéndose en su andar.

Hoy es 19 de abril del año 2018, día domingo, las calles están medio vacías a comparación de nuestra vida azarosa, todos escépticos de lo que va a ocurrir con la reconversión monetaria, aún no he logrado escuchar a alguien que sepa con certeza que sucederá con nuestra economía a partir del lunes. Por motivos de inflación extrema le van a quitar cinco "0" a nuestra moneda actual (Bolívar Fuerte) para convertirse en (Bolívar Soberano). O sea que nuestro billete de más alta denominación de 100.000 bolívares, pasará a ser una moneda de 1 bolívar, y 1.000.000 de bolívares serán tan solo 10 bolívares —les juro que a veces mientras escribo sobre esto no puedo evitar reírme, ¿qué clase de locura estamos viviendo?— y así sucesivamente, nuestro salario quedó en 1800 bolívares soberanos, lo que serían ciento ochenta millones de bolívares fuertes hoy, pero ya mañana no serán millones porque todo esta en la mente, o sea el gobierno como que quiere decirnos que somos estúpidos y que todo esto fue un mal sueño, mañana nos vamos a levantar y el refresco de dos litros que ya cuesta 11 millones, costará 11 bolívares, una maravilla, ¡aplausos para esos malditos! No podremos comprar dólares sino petros, cada petro tendrá un valor de 3.200 bolívares soberanos, y cada petro equivale a 60$, primero con un sueldo mínimo no te alcanza para comprar 1 petro, y si llegas a comprarlo igual el petro es una moneda ficticia que solo tendría valor dentro de nuestras fronteras. Tengo como presidente de mi país a un criminal perseguido por la ley del mundo, con 18 años y 3 meses de sentencia apenas pise alguna frontera, nuestro presidente es un Osama Bin Laden o algo por estilo. Esa no es sentencia para un tipo como él, sí por mi fuese lo metería en una pequeña jaula en medio de una plaza, con agua y sin comida, sin dinero, sin llaves, sin oportunidades de salir y crear nuevos recuerdos, de conocer gente nueva, sin derecho a la recreación y aprendizaje, que cada vez se sienta más ignorante al percatar como el mundo y la sociedad sigue avanzando sin que él pueda enterarse de cómo, por qué, que solo quede en su imaginación lo que sería vivir esa actualización, que se sienta frustrado de existir en la época de la evolución humana pero que no sepa nada más de allí, porque está encerrado en una pequeña jaula adelgazando cada día más, recogiendo limosna y basura que yo mismo me encargaría de darle para poder penetrar esos ojos de angustia con los que me suplicará que pare. ¡No! Qué se quede allí hasta su último aliento, porque ya después el hambre y el desespero de estar encerrado como Ana Frank le llenaran la mente de pensamientos suicidas, no tendrá chance de imaginar otra cosa que no sea cómo salir de su jaula, merece su karma de vivir en la fina y delicada línea entre la cordura y la alienación, sus ojos perderán el brillo de esperanza, no sabrá si llorar, gritar, callar, hablar, morir, vivir, pedir ayuda, no sabrá nada, exactamente lo que vivimos cada uno de nosotros. Y por eso lo pondría en una plaza, para que todos puedan verlo, puedan humillarlo, comer frente a él, contar dinero frente a él y decirle "Ey, aquí tienes un bono por parte de los venezolanos, ten 1 bolívar". Se sentirá muy mal cuando quiera pedirle ayuda a los que se supone que son su familia, los que él pensaba que estaban con él en las malas, y todos le den la espalda.

Sí, me lleno de un odio cabrón cuando hablo de esta mierda, cada hora que tengo menos de vida la estoy botando, la estoy desperdiciando, no puedo creer que haya llegado a este punto de la vida en el que veo todo tan imposible, un hueco sin salida y sin luz, el infierno. Se meten a las casas a desvalijar todo, y deben pagar vacuna (mensualidad) para que no se vuelvan a meter a las casas, el metro se incendió hace unos días, lanzaron un atentando contra el presidente, malísimo que no se le haya roto ni un brazo al hijo de puta, me consume la ignorancia de una vida normal, ya no sé lo que es tener algo, comprar algo de mi trabajo... A uno de mis yo le dan impulsos desmedidos de coger toda la ropa que tenga y salir huyendo de esta prisión inhumana, correr sin importar lo que piensen y lo que digan y lo que ocurra, igual aquí me voy a morir o terminaré en la cárcel, que viene siendo lo mismo. Pero, otro de mis yo le recuerda que afuera ya no nos soportan, los ciudadanos huyen en situación de refugiados no de emigrantes, pero igual los ciudadanos vecinos quieren es sacarte a patadas, o te salen con que no pueden, que tienen gastos, motivos que para nosotros son irrelevantes. Cómo quisiera traerme a muchas personas de otros países a mi barrio y mostrarles la cantidad de irrealidades del día a día, armas, drogas, miradas llena de hambre y preocupación, muchos niños pidiendo comida, muchas personas recogiendo de la basura, peleas, discusiones, gente sin dinero, con la ropa sucia y gastada, la misma ropa de hace un buen tiempo, niños ignorantes de la Venezuela de ayer que visten ropa más que usada, y creen que así es el mundo y siempre ha sido así. Yo no puedo decir mucho sobre esa Venezuela, nací en el año 1999 que es el mismo año en que entró Chávez al poder, lo que sí puedo decir es que al menos hasta los 16 viví. Ya no tengo televisor, aire acondicionado, ventilador, ps3, computadora, ni celular propio, hablando de lo material, porque si se daña es muy costoso arreglarlo, tampoco bebo jugos, refrescos, ni alcohol porque para eso necesito muchísimo dinero, no como pizza, carnes, pollo, tomates, cebollas, frutas, condimentos, golosinas, helados, porque todo cuesta mucho dinero. Ya no salgo al cine, a un McDonalds, ni siquiera me monto en bus, porque no consigo dinero en efectivo para pagar el pasaje.

¡Me Duele Mi País!Where stories live. Discover now