¿Irse o quedarse?.

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Vivir en Venezuela es duro, vivir en uno de los barrios más peligrosos del mundo, es duro, es por ejemplo... Estar a las 2:07am escuchando como los ladrones buscan abrir un hueco en la pared de la licoreria de al lado para saquearla, llega la Policía Nacional Bolivariana, escapan todos los miembros de ese vandalismo y, los efectivos de "seguridad" al ver que el trabajo ya está hecho, empiezan a saquear también la licoreria.

Es por ejemplo... Estar a las 9:38pm, con tu madre, abuela de 86 años, dos vecinos, un amigo y tu hermano, todos reunidos en una casa y no compartiendo y bebiendo un café, sino con todas las luces apagadas, refugiados, escuchando los disparos entre la Guardia Nacional y el barrio, y no obstante identificar los sonidos de perdigones, balas de pistola, balas de escopeta.

Aún no sale de mi memoria la escena en donde la Guardia estaba situada justo en la entrada de mi casa, disparando con una escopeta a las personas que salían, aún escucho los casquillos cayendo al suelo, aún veo como disparaban a los alumbrados públicos, dejándonos en una oscuridad terrorífica, que lastimosamente fomenta a la delincuencia.

En momentos como esos y como éste, uno se pone a pensar, ¿por qué sigo aquí?, Lo bueno y lo malo, todo...

Vivir en Venezuela es darle la cara a la muerte e incluso hasta darle la mano, a cualquier hora; el mejor refugio es tu casa y ya ni en ella uno se siente seguro, porque yo al menos no me siento seguro en la mía sabiendo que saquean al lado y disparan debajo.

Vivir en Venezuela es, aprender a diario a reconocer los rostros, esquinas, escaleras y plazas en donde te pueden quitar el celular, de una forma amable más no tierna, porque el malandro venezolano es amable, después de robarte todo, apuntarte y hacerte pasar un gran susto, te dice -Cuídate por ahí.

Vivir en Venezuela es también saber escoger el transporte público dependiendo de la hora, saber si es más factible y seguro ir en metro, en bus, o en muchos casos un taxi, en donde aparte te conviertes en una calculadora de sumas y restas diaria, porque tienes que saber que si pagas un taxi es una parte del sueldo que puedes gastar en un kilo de harina pan, o porque estás abusando de tu presupuesto de gastos en pasaje, y aparte corres el riesgo de que el taxista te secuestre si es de noche.

Vivir en Venezuela es, tener un Samsung Galaxy s4 y tener también un Nokia de los viejos, porque te da miedo sacar el celular en la calle, es... Usar el metro o el bus y ver a personas con celulares caros, chateando o jugando como si nada, y quedarse asombrado e instintivamente te das dos respuestas, una: "Por eso es que los roban." Otra: "¿Cómo no lo roban y a mi la otra vez sí que tenía el celular en las bolas?.

Vivir en Venezuela es, ver a una persona caminando con una bolsa, descubrir que trae dentro esa bolsa para saber si es un producto de primera necesidad, y si lo es, acercarse a preguntar:

-Disculpa, ¿en dónde conseguiste?.

-En los chinos de palo verde, pero ya se acabó, había mucha cola.

Vivir en Venezuela es, jugar un torneo de fútbol en el barrio y que las personas de tu equipo son las mismas que salen a robar en las noches en la plaza de al frente, que por cierto roban a personas que también conoces, pero prefieres no decir nada porque te matan o te dan un tiro en la rodilla, o lo que se conoce vulgarmente como un "patero".

Vivir en Venezuela es, salir de una fiesta o reunión a las 4:30am, tenerse que ir caminando a la estación del metro porque los taxis son caros, o simplemente no dejan que te subas porque piensan que los vas a robar, y en medio de la caminata decir "aquí pasa una patrulla y no nos falla" o sea, es más el miedo a que pasen unos policías, a que pasen unos ladrones.

Vivir en Venezuela se ha transformado en sobrevivir, así como cité varios ejemplos hay muchos más, como tener un vehículo y sufrir con los repuestos.

¡Me Duele Mi País!Où les histoires vivent. Découvrez maintenant