En la noche comí de la arepa que encontré, sabía muy mal, pensé que iba a vomitar, pero resistí.
Pedí otra cosa de comida y el adulto me regañó, diciéndome que en la familia no se pide.
Me puse a llorar mucho, quiero a mi mamá cerca de mí.
El adulto me dijo que me callara o me pegaría.
Empiezo a creer que esta familia es igual a la de mi casa.
CZYTASZ
¡Me Duele Mi País!
Krótkie OpowiadaniaSoy un ciudadano de a pié, que vive el martirio que vivimos hoy todos en Venezuela, y con tanto dolor y, como decimos aquí, arrechera, me propuse a escribir no como informador, sino los motivos por los cuales seguimos marchando y luchando, en forma...