Enamorado de ella.

389 97 27
                                    

Saavedra:

¡Hola! ¿cómo estás?, Que bueno que me aceptaste la cita, lo que te diré es importante.

Anónima:

Hola, la verdad no me siento bien... Espero finalicemos esta charla rápido.

Saavedra:

Ya veo... Realmente lo que te diré es una confesión, y estoy seguro de que no me vas a creer lo que con mucho temor debo decirte.

Anónima:

Vamos, deja ya los preámbulos, no tengas miedo, prometo comprender con amor lo que me dirás.

Saavedra:

Bueno, estoy completamente enamorado de ti.

Anónima:

¡¿Qué?!, N-no puede ser verdad lo que me dices... No te creo, lo siento. Tú también me has hecho heridas, y aún no he curado las cicatrices que sin piedad me han causado.

Saavedra:

Sí, sé que he dañado tu ser, todo lo que eres, y que muchos no valoran lo que puedes dar. Dime, dime ya, ¿qué cicatrices tienes? ¿por qué estás mal?.

Anónima:

¿Acaso no te das cuenta?, ¡Fíjate!, mira como me tienen, destrozada.

Saavedra:

Escúchame por favor, deja que mis palabras te calmen, déjame alumbrar tu penumbra.

Anónima:

Adelante entonces joven, prestaré la atención que me ruegas con lágrimas en tus ojos.

Saavedra:

Sé que hemos hecho acciones irracionales, sé que tu pueblo, tu gente, tus hijos, han fallado más de una vez, no te hemos valorado en años, déjamos que un grupo de personas te aprisionaran, te maltraran sin razón, sin saber que es lo que perdían... Hoy en día las personas que escuchan o leen tu nombre se asustan, se preocupan, como si fueras lo peor que hay en el mundo, pero ¿sabes qué?, Hay personas que quieren salvar lo que tienes, lo que otorgas sin pedir nada a cambio, solo atención y amor...

Anónima:

Te atreves a decir palabras muy fuertes, sabes que si uno de los que quieren matarme te escucha, puedes meterte en problemas, ¿no te da miedo?, Citas un encuentro conmigo, tienes el valor de pararte frente a mi, sólo, a decir palabras muy compremetedoras, ¿quién te crees que eres?.

Saavedra:

En algún momento sentí miedo, no mentiré, pero ya, ya perdí esa sensación, gritaré hasta reventar los tímpanos de todos, incluso los sordos escucharan mis ideales.

No me creo, soy uno más de los millones que quieren salvar tu ser, tu aroma...

Anónima:

¿Millones? Ruego que lo logren... ¿Salvarme? No queda nada más que salvar, o más sesgada, ¿por qué quieren salvar lo que ya no soy?.

Saavedra:

Eso fue lo que dije, millones. Deja que responda esa muy bien atinada pregunta.

Anónima:

¡Hazlo entonces! Deja de pulular el grano al que quieres llegar desde que empezaste a confesar lo que sientes, prometo no interrumpir.

Saavedra:

Más que salvar, anhelo es recuperarte.

Venezuela... Tu clima tropical eran los mejores abrazos que alguien pudiese dar, al salir de mi casa cada mañana, esos abrazos que muy pocos logran percatar; tocar tu perfecto cuerpo era indudablemente lo más apoteósico que existía, las calles que posees, las estructuras, donde tus células se paseaban con tanto orgullo; esas playas, que son unos cautivadores ojos azules con los que miras al mundo, y vaya que sí es placentero sumergirse en ellos. Venezuela, tu territorio tiene tantas riquezas, es tan satisfactorio ser parte de ti. Algún día recuperaremos tu estabilidad, así será, y podré gozar de todo lo que nos obsequias, podré conocer el desierto que recorre una parte de ti, todas las ciudades que tus células construyeron en alguna ocasión, todos tus rincones, hasta llegar al más alto de ellos, ese ostentoso Salto Ángel que muchos quieren apreciar; iré visitar lo más frío de ti, donde es tan gélido que arrojas nieve, ese sitio que tus habitantes nombraron Mérida hace mucho tiempo.

Venezuela:

Estás rompiendo mi corazón en dos... ¿Por qué hay gente que me quiere dañar entonces?, No lo entiendo.

Saavedra:

Yo tampoco, sé que hoy tienes inseguridad de dar todo lo que tienes al mundo, y eso hace que pierda los estribos, pero te prometo que con ayuda de muchos, liberaremos lo que eres realmente, lucharemos hasta ganar, y haremos que te sientas orgullosa y nos perdones por no cuidar con desvelo de ti. ¿Sabes?, No hay nada más hermoso que tu, que tus paisajes, tu gente tan acogedora, capaz de entregar la mitad de su comida a alguien, aunque tenga hambre, que cuando beben siempre hacen hermanos nuevos, que calurosa es tu gente, y hay muchos que te aman tanto como yo, aman todo de tí, el café de todas las noches le da calor a mi alma, el chocolate que bebo en el Ávila mientras veo la Caracas que antes era el centro de oportunidades, y hoy es el centro de una guerra infatigable. El aroma tan relajante que tienen los pueblos alojados en ti, ese aroma a naturaleza, a pureza. ¿No te das cuenta?, Estoy locamente enamorado de ti, y te pido perdón por esos errores que te malograron, perdón por derramar tanta sangre en tu cuerpo, por tantas lágrimas que hemos arrojado en tu regazo, por no reaccionar a tiempo y defenderte antes; estábamos ciegos, vendados por un pelotón de impostores, pero eso se acabó, ahora la vehemencia que tiene nuestra voz romperá las cadenas en las que te tienen atada y no dejan ver lo paradisíaco que tienes, los que te aman se unieron sus lazos, y estamos dispuestos a lo que sea para recuperarte.

Venezuela:

Si logran sacarme de este hueco en el que me dajaron caer sin siquiera notarlo, les prometo una vida llena de felicidad.

Saavedra:

Sé que es así mi hermosa Venezuela, y gracias, gracias por todo lo que me has dado, por hacerme de esta manera, por hacerme sentir orgulloso de gritar Yo pertenezco a Venezuela.

Fin.

¡No más dictadura!, ¡Lucho por una Venezuela libre!.

"El país está vuelto un caos, y para recuperarlo será muy difícil, hay una gran pérdida de valores en los hogares y en las escuelas, ¿de qué sirve darle educación a los pobres, si le das una pobre educación?, Las personas están constantemente molestas, a la defensiva, hasta los de 3ra edad. La calle está en extremo peligrosa, hay cansancio, hay llantos, mucha sangre, huele a azufre. ¡Pero vamos!, No nos rindamos, recuerden lo que tiene nuestro hermoso país, no todo es malo, mente positiva." Héctor Saavedra.

¡Me Duele Mi País!Where stories live. Discover now