Cuando tu pasado te alcanza

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Nota: Lamento mucho el error que cometí en el capitulo anterior, fue una confusión en la profesión de Sakura, ella es maestra en una guardería junto a Ino. De verdad siento mucho mi equivocación, copie el borrador equivocado  -.-U

Eso es todo espero y les guste este capitulo.

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"8 años buscandola... y nada todavia... ¿Cuanto tiempo tiene que pasar para volver a ver a mi pequeña?"

El tren en el que viajaba se agito un poco y Sasuke salio de sus oscuros pensamientos para luego volver al presente. Sasuke Uchiha era un reconocido empresario más no era el dueño de la empresa familiar ese era Itachi, su hermano mayor, pero a él no le molestaba este hecho ya que asi al menos le quedaba tiempo libre para continuar con la investigacion del paradero de su hija.

En estos momentos se encontraba realizando un viaje tanto de negocios como personal, su amiga de la infancia se habia fugado hacia muchos años con un novio de una clase más baja hablando economicamente. Ella se habia ido un año despues de haberse casado un Karin y se perdio la comunicacion entre ellos, pero hacia unos meses habia conseguido el numero y la direccion de ella y en una de sus conversaciones surgio el tema del trabajo de su esposo.

Ante la mencion de la empresa que estaba a punto de caer en manos de su esposo Sasuke mostro interes en ayudarles con un par de acuerdos y por esa razón se encontraba viajando a Hikarizaka.

Aunque muy en el fondo él tenía un extraño presentimiento de que algo grande pasaría en su vida, solo que ignoraba que era ese suceso. Solamente un tímido apretujón en su pecho le decía que grandes cosas pasarían en esa pequeña ciudad.

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-Oh, Sarada veniste. -Dijo una peli rosa en el centro del salón.

-Ah. -Asintio la niña mientras veía a los niños jugar en el salón que inmediatamente la vieron se levantaron y corrieron hasta Sarada.

-Sarada-chan juega con nosotros. -Dijo un niño tomándole una mano.

-¡No! Ella ya jugo con ustedes la vez pasada, ahora ella puede jugar con nosotras. -Dijo una niña tomándole la otra mano y jalándola.

Una serie de gritos de protesta surgieron y Sarada río nerviosamente. Unas palmas detuvieron el alboroto y miraron a Sakura que había sonado sus palmas para llamar su atención.

-¿Por que no mejor, juegan a algo en donde todos puedan participar? Así Sarada podrá jugar con todos. ¿Qué les parece "patear la lata" en el jardín? -Sugirió ella y todos los niños mostraron su acuerdo emocionados y salieron al jardín de juegos junto a Sarada.

Los gritos emocionados y las risas de los niños no tardaron en llenar el patio de la guardería, inclusive Sarada se encontraba divertida. Después de todo ese lugar era donde había comenzado a sanar, ya que ella al igual que estos niños estuvo en esta guardería y realizo sus primeros amigos.

Ciertas mujeres les observaban desde la ventana de la oficina.

-Como ha crecido, ¿no crees? -Pregunto una rubia. -También ha cambiado mucho desde la primera vez que estuvo aquí...-

-Si... me alegro mucho que ahora Sarada pueda relacionarse con facilidad con los niños, y que ella misma pueda vivir su infancia tal como debe ser. -Dijo la madre.

-Aun que dudo mucho que siga siendo una niña por mucho tiempo. -Comento pícaramente la rubia. -No olvides que ya tiene 12 años... -

La peli rosa gruño mientras recargaba su cabeza en la mano. -¿Por que no pueden quedarse como niños eternamente? -Masculló en un suspiro

-Eso es imposible y sobre todo seria aterrador. -Replico la rubia con un escalofrio.

-Bueno... tengo el presentimiento de que la etapa más difícil con Sarada fue su infancia. Espero que pueda llevar una vida normal sin que su pasado la persiga a donde quiera que vaya. -La rubia asintió y volvió a mirar la ventana para ver como los niños reían a todo pulmón.

 -La rubia asintió y volvió a mirar la ventana para ver como los niños reían a todo pulmón

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¿Pero que pasaría si su pasado ya la hubiera alcanzado? No puedes huir de tu pasado... por mucho que lo intentes... el que no lo recuerdes no significa que no este ahí...

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-¡Sasuke, cuanto tiempo! -Saludo una mujer de cabello oscuro y ojos aperlados en la estación del tren. No venia sola, noto el hombre.

-Ah, ¿Cómo has estado, Hinata? -Dijo el hombre de traje sosteniendo su maleta con una mano y sonriendo levemente.

-Bien, ellos son mis hijos... Boruto y Himawari. -

CONTINUARA...

La fuerza y el sentido de la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora