La fuerza y el sentido de la vida.

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El viaje en auto había sido en completo silencio, todos se encontraban demasiado nervioso como para decir algo, Sasuke no encontraba como dar inicio a una conversación, Sakura por su parte se encontraba demasiado nerviosa como para decir algo en el camino, mientras que Sarada estaba demasiado feliz y nerviosa por la situación que no encontraba que palabras decir.

Después de unas indicaciones por parte de Sakura llegaron a la escuela de Sarada. Sasuke observo detenidamente la escuela, parecía un buen lugar y estaba cercas de la casa. Luego noto con curiosidad como un grupo de niños observaban su coche con expresión sorprendida.

-Adios hija, cuídate y haz caso al profesor. -Despidió Sakura con una sonrisa.

-Suerte. -Dijo Sasuke con una media sonrisa. Sarada asintió en respuesta y salió del coche.

Una vez que salio Sasuke observo levemente como Sarada se acercaba al grupo de niños que hasta hace unos momentos habían estado observándolos con expresión perpleja. Suponiendo que eran su amigos sonrió ante la imagen de su hija con una vida escolar normal, con amigos...

Comenzó a dirigirse hacia la guardería para dejar a Sakura que hasta ahora permanecía callada.

-¿Ocurre algo malo? -Pregunto él sin quitar la vista del frente.

-¿Eh? No, solo estoy nerviosa... es decir, no se como tratarte. Fue una sorpresa que resultaras ser el padre de Sarada. -Dijo ella.

-Comprendo lo que quieres decir, pero no hay necesidad de pensarlo demasiado. Quiero decir, yo aun quiero intentarlo. -Sakura comprendió de inmediato a que se refería y no pudo evitar sonrojarse.

-Yo también. Pero me gustaría preguntarte algo... -Sakura se detuvo al ver que ya habían llegado a la guardería.

-¿Si? -Pregunto él enarcando una ceja incitándola a proseguir. Sakura sintió un nudo en su pecho y las palabras se negaron a salir de su boca.

-Uhm, luego te lo preguntare, ahora ya debo irme. -Dijo ella negando con la cabeza en su voz Sasuke podía escuchar su nerviosismo pero decidió dejarlo para después o iba llegar tarde al trabajo, además tenia que aclarar urgentemente las cosas con Kakashi.

-Esta bien. Te veré en la tarde.  ¿Quieres que pase por ti? -Pregunto él pero ella negó con la cabeza.

-No, yo... tengo que hacer unas cosas antes de volver a casa. Gracias por traerme, nos vemos en la tarde. -Dijo ella sonriendo mientras salía del coche.

-Nos vemos. -

Una vez en su trabajo Sasuke se dirigió directamente hacia la oficina de Kakashi.

-Tenemos que hablar. -Le dijo entrando sin tocar con voz apresurada.

-Oh, Sasuke, buenos días. ¿Y esa ropa? No te la había visto antes. -Dijo Kakashi señalando su atuendo.

-Es prestado. Me cambiare en la hora de descanso, pero eso no es de lo que he venido a hablarte. Se trata de mi hija. -Sasuke se posiciono frente al escritorio con una expresión que Kakashi nunca antes le había visto en su rostro.

-Aun no tenemos noticias sobre ella. -Dijo Kakashi sintiéndose mal al pensar que arruinaría el claro optimismo del Uchiha.

-No es necesario ya ese agente, le pagare inmediatamente y le diré que sus servicios ya no serán necesarios, ¿Aun no lo ha hecho verdad? -Pregunto él enarcando una ceja.

-¿Eh? No creo que no, pero ¿Por que ya no son necesarios? No me digas que... ¿Te has rendido? -Pregunto el peliplata en susurros sin comprender el comportamiento del azabache.