Amor incondicional - Amor materno

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-Nunca debí haberte dado a luz. -

Sarada despertó con la respiración agitada con lagrimas en los ojos. "¿Que había sido eso?" Sarada se estremeció de tan solo recordar aquella voz fría y aguda. "¿De quien era esa voz? ¿Era un recuerdo? ¿Mi verdadera madre seria capaz de decir eso?"

Con la mente abrumada por preguntas se levanto del futon y miro a su madre que dormía junto a ella para cerciorarse de que no la había despertado. Sarada salió de la habitación y se dirigió al patio trasero de la casa, corrió la puerta y salió, se sentó en la plataforma admirando las estrellas.

Ver las estrellas y sentir la brisa nocturna muchas veces la relajaba pero había algo más que faltaba para que ella volviera a sentir tranquilidad en su herido corazón.

-Sarada...- Sintió una suave mano posarse en su hombro y cuando se giro vio a su madre arrodillada detrás de ella. Instintivamente ella se acerco a su madre que la miraba con un profundo amor.

Sakura acomodo sus piernas de tal manera que Sarada se coloco entre ellas apoyándose en el pecho de su madre. Silenciosamente Sakura acariciaba el cabello oscuro de la niña tal como solía hacer cuando recién llego a su vida.

-Mamá... ¿tu crees que yo nunca debí haber nacido? ¿Qué... fue un error? -Pregunto Sarada con un nudo en la garganta. Sakura detuvo su caricia para luego posar su mano en la mejilla de Sarada sintiendo la humedad de estas.

-No, ¿Por que piensas eso? -Susurro suavemente. Sarada se giro para mirarla a los ojos y percibió que el amor inagotable que aquella peli rosa sentía por ella. 

-Fui abandonada... no recuerdo como... pero fui abandonada. ¿Acaso fue un error que yo hubiera nacido? ¿Para que nací, si ni siquiera me quisieron? Tal vez... todo fue un error, tal vez... yo no debí haber nacido nunca. -Susurro la niña derramando las lagrimas que había intentado contener.

Sintió las manos de Sakura enjugar sus lagrimas para después abrazarla.

-Yo te diré para que naciste... -Comenzó a susurrarle al oído suavemente. -Naciste para ser amada... -Respondió y Sarada noto la sonrisa en su tono de voz.

Sarada la miro incrédula ¿Todo se reduce a eso? ¿Es tan simple como eso? Sakura al ver su expresión procedió a explicarse.

-Todos nacimos para ser amados, atesorados, respetados... nacimos para soñar y realizar nuestros sueños... nadie puede darte un propósito en la vida Sarada, solamente tu te lo puedes dar. -Dijo con una sonrisa apartándole el flequillo de la frente.

-¿Por eso debemos amarnos unos a otros? -Pregunto la niña comenzando a comprender.

-Así es... todos tenemos derecho a ser amados sin importar de donde vengas... de quienes sean tus padres, de cuanto dinero tengas, de tus rasgos físicos... todos tenemos derecho a amar y ser amados.  En el fondo todos somos iguales... tenemos un corazón esperando recibir afecto... -Le dijo ella.

-Entonces... ¿Por que me abandonaron? -Pregunto ella con inocencia, seguía sin comprender la malvada naturaleza de algunas situaciones. Sabia que ocurrían pero no entendía el por que.

-Algunas veces... hay personas dañadas por dentro, casi siempre por que no recibieron amor, cariño y afecto en su vida y como nunca lo recibieron nunca aprendieron a darlo. -Le dijo la peli rosa con tristeza en la mirada.

-Ya veo... en ese caso ¿Debo sentir pena por mis padres biológicos? Al no haber recibido amor... -Pregunto la niña con inocencia y su madre sonrió enternecida por el corazón puro de su hija "¿Cómo es que alguien pudo haberla abandonado, siendo una niña encantadora y única?"

La fuerza y el sentido de la vida.Where stories live. Discover now