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Narra ____(T/N)

Me gustaba.
Ya lo sabía, no podía negarlo, finalmente había​ caído en su juego y estaba sin ninguna escapatoria de él ¿Por qué me gustaba? Ni idea, si me diesen a elegir de quien enamorarme, probable sería la última persona a la que escogiera, pero mi corazón me había jugado una mala broma y ahora me encontraba en estas condiciones. Por más que él intentara arreglar lo que había hecho en el pasado, no dejaba de ser un tipo cruel y arrogante, se la pasaba molestandome un sin fin de veces y aún así ¿Me había enamorado?
Salí de cabaña a penas abrí los ojos, ya había salido el sol, sin embargo, aún me daba la impresión de que era bastante temprano. Afuera vi a Jin y Jungkook, al parecer eran los únicos despiertos a parte de mí, se encontraban cerca de el fuego calentando agua, seguramente para tomar desayuno.

—Buenos días—dijieron Jin y Jungkook al unísono sonriendo.

—Buenos días—respondí mientras me acerqué a ellos.

A pesar de que no eran hermanos de sangre se veían muy unidos y cercanos, las pocas veces que había visto hermanastros siempre solían tener malas relaciones por el hecho de la separación de sus padres, pero ellos parecían no darle importancia en lo más mínimo.

—Te has levantado temprano—dijo Jungkook sorprendido.—Ayer fue después del medio día, ¿A que se debe tal cambio?

—Ni yo lo se—dije soltando un largo suspiro.

—Mi instinto de madre me dicen que son ¿Problemas amorosos?—dijo Jin mientras servía tres tazas con café.

—¿Cómo puedes tener un instinto de madre si eres hombre y obviamente por tanto no tienes hijos?—dijo Jungkook riendo.

—¡Te crié a ti!—dijo Jin dando un salto.—Recuerda que cuando llegaste a Seul tenías a penas unos 10 años y aún así ibas a mí cuarto a dormir conmigo cada vez conmigo porque te daba miedo la oscuridad.

—¡No es necesario que dijeras eso!—exclamó Jungkook avergonzado.

No pude evitar soltar una pequeña risa, la verdad sentí un poco de envidia, debía sentirse bien tener un hermano ¿No? Cómo siempre fui hija única me encontraba muy sola debido a que mi mamá trabajaba, me hubiese gustado antes haber poder tenido un hermano como ellos, al menos un amigo así. Jin me dió una de las tazas de café, aquella mañana me ayudó bastante a poder despejarme un rato, creo que en el fondo se necesitaban estas amistades para sobrevivir, desde que había llegado a Seul pude experimentar tantas cosas nuevas que ya ni se como me las arreglaba antes para subsistir.

Cuando nosotros tres terminamos de desayunar fue cuando la mayoría de los demás despertaron, así que por la mañana tuve bastante tiempo libre, aunque no hice nada más que escuchar música y leer novelas por internet, algo que últimamente se me había vuelto costumbre. Era viernes y ya no visitaríamos ninguna otra parte, teníamos los dos días restantes para pasarlos en la playa y luego nos marchábamos, había sido todo muy rápido, una semana realmente agitada.

Estuve un rato en la playa con mis amigos cuando se nos acercó alguien de la clase.

—¡Hola!—dijo Lee Seokmin.—Queremos juntar dinero para comprar fuegos artificiales y usarlos en la noche ¿Pueden cooperar?

Nosotros asentimos emocionados y nos dirigimos a nuestras cabañas para buscar dinero para cooperar, se suponía que la cuota era de ₩2.000 (Won), sin embargo, al llegar para entregárselo a Seokmin nos dimos cuenta que Taehyung había aportado con ¡₩15.000! Al parecer era el más emocionado con la idea y como era Idol ganaba su propio dinero y tenía la posibilidad de gastarlo en lo que quisiera, por lo que decidió donar más de lo acordado. Jamás había podido jugar con fuegos artificiales, pero nunca los había podido ver si no era en la tele o en las festividades de año nuevo así que la idea a mí también me emocionaba bastante.
Me ofrecí como voluntaria para ir a comprarlos con un grupo de personas más y para mi sorpresa pudimos comprar muchos paquetes de pequeños petardos, los suficiente como para que nos mantuviéramos entretenidos toda noche y tal vez poco más de la madrugada, así que satisfechos volvimos a las cabañas donde se encontraban los demás esperándonos, allí nos repartimos los petardos quedándonos 15 por persona. Esperamos a que oscureciera por lo que comenzamos alrededor de las 10:00 p.m, yo estaba con un short, una polera manga corta y una chaqueta, en la que había metido en un bolsillo los petardos y en el otro la caja de fósforos, no sabía bien cómo hacerlo así que simplemente iba a esperar a ver a los demás para luego seguirlos, pero entonces se les ocurrió que todos íbamos a prender los petardos al mismo tiempo para así sacar una foto justo en el momento, fue entonces cuando Jimin se me acercó.

—¿Ya estás lista?—preguntó él.

—No se cómo se hace—dije honesta.

Él me indicó que sacará uno de mis petardos y así fue como hice, me explico que debía sostenerlo por la parte del palo y por nada del mundo soltarlo hasta que se apagase, además de que al principio podría asustarme por el estruendo, fue una explicación rápida, pero a la vez clara y precisa, por lo que no me costo comprender.

—¿Ya están listos? A la cuenta de tres todos encienden los petardos—dijo Jin justo al frente de todos nosotros con una cámara color rosa.—Uno... Dos... Tres...

¡Pum! En un segundo un montón de tonalidades llenaron de color el lugar, verde, rojo, amarillo, morado, etc... Era imposible contar cuántos eran, me quedé deslumbrada mientras veía expectante el petardo en mi mano, todo estaba lleno de un colorido humo y las mechas se consumían lentamente, era muy divertido y todos corrían por la playa jugando para poder dejar rastros de humo, si bien eran muchos petardos, era tan divertido que ni cuenta me di cuando ya me había acabado el penúltimo y estaba a punto de sacar de mi bolsillo el último para encenderlo, cuando sentí que Jimin me agarró del brazo y me llevó cerca de la orilla de la playa ocultandonos tras una roca.

—¿Qué pasa?—pregunté desconcertada.

—Nada—dijo él sin inmutarse.—Sólo quería verte.

Justo en ese momento apareció un rubor en mi rostro, sacudí la cabeza intentando sacarme aquellas ideas y luego saqué el petardo que me quedaba.

—Mira—dije dándoselo.—Aun me queda uno.

—¿Lo encendemos?—preguntó él sacando un fósforo.

Yo asentí de manera afirmartiva y él procedió, este tenía un color entre rojo y fucsia, dejando humo por todo nuestro alrededor, yo lo miraba espectante y él al darse cuenta intentó dármelo, sin embargo, justo antes de que pudiese tomarlo rozamos nuestras manos, sólo fue un toque, pero de repente una corriente eléctrica me recorrió el cuerpo, lo deseaba, quería estar con él más que con nadie, a pesar de todo.

—A la mierda con esto—dijo Jimin tirando el petardo que aún emanaba luz al suelo.

Luego en un rápido movimiento me hizo retroceder hasta quedar de espalda contra gran la roca mientras que con una rodeaba mi cintura y con la otra me tomaba de la nuca para acercarme a él, hasta quedar con nuestras narices juntas, aunque no lo suficiente cerca como para aún juntar nuestros labios, su cuerpo estaba junto a mí, completamente tenso y sentía sus latidos descontrolados, nuestras respiraciones entrecortadas y agitadas, él me miró con sus profundos ojos cafés, casi cómo esperando que le diera algun signo de aprobación, en un momento así ya no podía pensar, mis sentimientos estaban descontrolados y ni si quiera se si fue él o yo quién decidió acercarse primero, sólo cuando sus labios yacían sobre los míos fue cuando pude reaccionar, llevé mis manos hacia sus mejillas, como un intento desesperado por tenerlo más cerca de mí, por aferrarme a él, cerré mis ojos y me perdí bajo esta dulce sensación, sus labios eran tiernos, se deslizaban lentamente por los míos dejándome con una  suave sensación, él capturaba mis labios entre los suyo y yo a la vez correspondía, no importaba cuantas veces ocurriera la misma acción, ningún de los dos lográbamos saciar nuestras emociones desbordantes, si no, que por el contrario únicamente lográbamos aumentarlas, sólo nos detuvimos cuando la falta de aire ya se hacía insoportable.
Él se quedó mirandome fijamente mientras jadeaba por la falta de aire, nuestras frentes y narices aún estaban unidas, no podía callarlo más, sería una estúpida si lo decía, lo sabía, no debía decirlo, arruinaría todo como siempre, tan sólo tenía que callar unos segundos, tan sólo eso debía aguantarme.

—Me gustas—logré susurrar ronca.

Mierda, lo había dicho ¿Qué no podía callarme un momento? Él abrió sus ojos de sorpresa, aquella expresión me dió muy mala espina ¿Él seguía jugando conmigo? Pero antes de que pudiese decir algo él me dió un beso mucho más corto que el anterior y luego se separó de mí y sin darme ninguna respuesta se marchó dejándome allí entre el humo rojo que justo antes habría presenciado aquel beso.

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❤ Hola ❤
Otra vez quería agradecerles a todos los que me leen siempre, ayer estuve bastante feliz puesto a que el capítulo que subí tuvo bastantes vistas en muy poco tiempo, así que me puse las pilas y quise traerles el capítulo 15 lo más rápido posible como agradecimiento.
🦄Gracias por leer🦄

Desearía Poder Odiarte ↠{Jimin y Tú}Kde žijí příběhy. Začni objevovat