{041}

4K 435 245
                                    

Narra Jimin.

—Hola —sonrió de manera dulce.

Detuve mi vista en la pequeña niña parada frente a mí, vestía el mismo uniforme de mi escuela, mientras sostenía su paraguas de esos que tenían forma de animalitos por sobre mí cabeza y lamía un dulce. Si mi memoria no estaba fallando, era la misma niña que me había topado en la mañana, que iba con su mamá y ésta la había alejado a toda costa de mí.
A decir verdad me sentí decepcionado, tal vez pensé que sería uno de esos doramas clichés y de la nada aparecería ____(T/N) a socorrerme, ni se porque se me había si quiera cruzado en la cabeza la idea de que podía aparecer y brindarme ayuda, cuando ella misma me había alejado ¿Para qué volvería a acercarse ella a mí?

—Hola —esbocé una sonrisa a la niña.

—Mi mamá dice que eres un vagabundo —dijo ella sin escrúpulos.

No pude evitar soltar una risa —Tal vez tu mamá tiene razón.

—Eres lindo —me sonrió ella—. Como un modelo.

—Gracias —me limité a contestar.

No entendía porque me estaba hablando, pero deseaba que se fuera. Si un policía llegaba y veía una niña de al menos 7 años menos que yo, hablando con alguien con aspecto de calle, seguramente pensaría que la estoy raptando o algo por el estilo.

—¿Cómo te llamas? —preguntó con inocencia.

—Jimin —respondí algo dubitativo.

—Yo soy Somin —afirmó sin que le preguntara—. Algún día seré una Idol como tú.

—No soy un Idol... —y cambié el tema evasivo—. Deberías ir a tu casa, ya es tarde.

—Pareces uno así que es lo mismo —balbuceó ella— ¿Y por qué no vas a tu casa?

—No tengo casa —dije resoplando.

—Puedo darte una casa —respondió sonriendo—. Tengo la casita del árbol de mi patio.

—tranquila, puedo sobrevivir solo —me apresuré en decir.

Estaba hablando con una niña de 10 años, a la cual sólo conocía recién y me estaba invitando a vivir a un lugar que desconocía por completo ¿Sospechoso? Bastante. Seguro ésto era algún plan de la N.I.S para capturar pedófilos y ya tenía muchos problemas como para comprometerme con más.

—¡En serio puedo ayudarte! —exclamó ella—. Está en buenas condiciones y mis padres no suben allí.

—De verdad estoy bien... —me negué.

Luego de muchas y muchas insistencias por su parte, terminé siendo arrastrado hasta su casa, ella en la reja miró hacia ambos lados y luego de comprobar que no había nadie entró, haciendome un gesto para que pasará. Me hizo rodear la casa por fuera y me indicó con el dedo el patio trasero, en el que se encontraba una casita de madera. Luego me obligó a subir por la escalera ¿Acaso así se sentía ser secuestrado?

—Ves, ¡Es muy cómoda! —me sonrió ella—. Te puedes quedar cuanto tiempo quieras y te alimentaré tres veces al día.

—No soy un perro... —suspiré.

Ella me fulminó con la mirada —Está bien —refunfuñó—. Iré a casa ahora o mi mamá se va a enojar porque no estudio ¡Adiós!

La niña me sonrió y salió del lugar sin decir nada más. La lluvia aún no lograba amainar y las gotas golpeaban el techo de madera, era bastante ancho, pero muy bajo, por lo que debía tener cuidado al levantarme para no golpearme la cabeza.

Desearía Poder Odiarte ↠{Jimin y Tú}Where stories live. Discover now