Freedom |h.s|

Capítulo 44

Me acosté en la cama sola, agotada y aburrida. Anne me había pedido que la acompañara a ver un vestido esta tarde y obviamente fui con ella, no tenia nada mejor que hacer. Harry llevaba cuatro días en L.A,  el y el resto de los actores de la película estaban en entrevistas, por lo tanto, aun quedan dos días sin verlo.

Mi celular comenzó a sonar justo cuando estaba completamente cómoda en la cama viendo televisión.

—Hola mi preciosa— lo escuche hablar al otro lado del mundo. Sonreí.

—Hola, ¿Como va todo?—

—Todo mucho mejor ahora que te escucho—

—Te he extrañado demasiado estos días— reconocí.

—Mi vida, yo también...esto es complicado, pero cada segundo falta menos—

—Lo sé— suspire—¿En que estas ahora?

—En el hotel descansando, desearía que estuvieras aquí conmigo—

—Me encantaría también, estoy tan sola en casa cuando no estas...necesitamos una mascota, no me gusta estar sola—

—Todo lo que quieras amor— dijo y luego solté un bostezo— ¿Tienes sueño?

—Un poco, estoy cansada—

—¿Fue un largo día hoy sin mi?

—Larguísimo—murmuré con un puchero.

—¿Como te has sentido hoy? ¿Nuestro pequeño esta bien?—

—Esta bien, como siempre...—

—Nena, ahora pienso seriamente en que sera un hombre...anoche soñé que era un niño...—

—¿Soñaste con nuestro hijo?— pregunté completamente enternecida.

—Sí... —dijo con una pequeña risa— y de verdad creo que será hombre, mi sexto sentido de padre me lo dice.

Solte una carcajada, Harry siempre había deseado una niña.

—Siempre has amado la idea de que sea una niña— le recordé.

—Lo sé y me encantaría, pero mi sueño dijo otra cosa— y podía jurar que se estaba encogiendo de hombros.

—¿Eres vidente ahora?—

—Era demasiado real amor...te lo juro—

—Esta bien, te creeré— asentí riendo— cuando llegues debemos preparar la habitación de nuestro bebé...

—Sí, lo sé...estoy emocionado—

Di otro bostezo y el sueño me estaba invadiendo, me acurruque entre las sabanas con el teléfono en mi oído.

—¿Tienes mucho sueño?— preguntó, simplemente hice un ruido con la garganta y el entendió— nuestro pequeño hace que te canses demasiado últimamente...

—Lo sé...—

—Te llamaré mañana, ¿sí?—

—Esta bien—murmuré.

—Te amo demasiado, descansa...—dijo y antes de colgar lo detuve.

—Harry...—

—¿Si?—

—Te ves muy guapo en cada entrevista, me encantas en cada una de ellas— murmuré apenas entendible. El soltó una carcajada.

—Necesitaba escuchar eso de ti, extraño tus cumplidos desesperados— susurró y reí. Y era cierto, siempre cuando lo veía tan lindo y atractivo dentro de mi se desataba la locura.