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Contiene faltas de ortografía hasta que las edite😄
Recordar que esta saga tan maravillosa pertenece a Richelle Mead

La Carta

.: Rose :.

No sé tú, pero por como van las cosas todo puede caerse a pedazos en cosa de segundos. ¿Qué no sabes de que estoy hablando? Deberías concentrarte más, muy bien, te contaré como comenzó todo esté embrollo que yo estoy viendo ahora mismo. Era casi imposible pensar en quién o qué pudo haber hecho ésto, pero bueno, mientras no me culpen a mí (otra vez) todo estará bien.

Era un 15 de Abril, el otoño apenas estaba a la mitad cuando yo me encontraba desayunando en la cafetería de la corte junto a Eddie. Él, como siempre, estaba con su actitud de "soy un chico serio", nada parecía haber cambiado, y tal vez el tiempo en prisión no ha ayudado en nada. Comprendo lo que se siente, pero solo eso hace querer apreciar más la luz del sol y luna, más el aire libre y sobre todo... la libertad. Yo comentaba abiertamente sobre una deliciosa dona glaseada que estaba comiendo mientras él solo escuchaba atento como si realmente yo estuviera hablando sobre la cosa más emocionante del mundo.

Debía ser un poco más de la una de la mañana, en el horario Vampiro, la noche es el día y el día la noche, así que nosotros apenas estábamos empezando la tarde cuando esa explosión me causo una sordera increíble. Mi estómago no lanzo la advertencia "strigoi" así que no me preocupe por aquello, sin embargo sé que ésto no podía pasar de largo. Tanto Eddie como yo salimos corriendo de los primeros, él se detuvo a mitad de camino como si algo o alguien lo hubiera frenado, pero yo corría a todo lo que me daban las piernas para poder llegar al campus.

Frente a mí un hombre me sonreía maliciosa mente mientras algo que acababa de estallar en pedazos había dejado todas sus piezas en el césped. Yo lo mire fijamente esperando a que atacará, no podía ver bien por la oscuridad, pero cuando mis ojos lograron tomar un buen enfoque de la persona frente a mí casi se me sale el corazón.

Víctor Dashkov. Era casi imposible que yo estuviera mirando frente a frente. Seguramente era otra de mis pesadillas, claro, eso sería lo más lógico, pero tan pronto como parpadeé supe que no era real, pues se había desvanecido. Frente a mí solo podía encontrar los restos de metal del objeto en cuestión que había estallado y a una serie de Morois y Dhampirs que me miraban como si yo lo hubiera causado.

No tuve tiempo de decir algo, nada que pudiera defenderme ya que tenía la vista puesta en el suelo mientras pensaba en que sucedía. Para mí había sido tan confuso como en mis pesadillas. Víctor Dashkov una vez más aquí, en tierra, porque claro, no era la primera vez. Un escalofrío recorrió mi espalda, el vinculo con Lissa había desaparecido así que yo no debería de ver fantasmas... ¿o es que acaso estoy aún besada por las sombras solo que sin la necesidad de un vinculo?

La voz de Lissa asustada llego a mis oídos trayéndome nuevamente a la realidad de lo que había sucedido y una vez más me pregunte que sucedió. ¿Quién hizo explotar ésto? Aunque no estaba segura ya que para mí eran solo engranajes destrozados, metal ardiendo y cosas extrañas de ese estilo. Su mano me sacudió fuertemente el brazo para que luego sus brazos me enrollaran con fuerza, temiendo que algo me hubiera sucedido.

– Eh, tranquila – Sonreí levemente – Estoy bien

– ¿Qué ha sucedido? – Me miro asustada.

Mire las piezas en el suelo y luego busque a alguien que pudiera responder porque honestamente, yo, no tenía ni idea. Minutos más tarde nos encontrabamos en una sala de reuniones. Hans hablaba y hablaba sobre que éstas cosas ya estaban comenzando a asustar no solo a los Morois sino que comenzaban a esparcir pánico en algunos Dhampirs. ¿Acaso era posible? Es decir, los dhampirs somos guardianes entrenados para no perder el control y defender a todo Moroi de las garras de un Strigoi.

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriWhere stories live. Discover now