11. Emboscada en el almacén

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                            .:Lissa:.

Me di varias vueltas en la cama intentando dormir bien, pero me desperté de golpe cuando escuche un ruido. Me senté confundida y vi una sombra negra caminando en nuestra habitación me sorprendí bastante y cuando vi estaba acercándose a Rose solté un grito lanzándole un almohadón. Rose se despertó de golpe y tomo de la mano a quien se había colado en nuestra habitación, le dio una vuelta y lo dejo caer al suelo.

– Ay santos cielos… – Se quejo. Era un hombre. Encendí la luz de noche y mire a Rose que ya estaba despierta.

– Rose – Dije. Ella puso un brazo delante de mí y dio un paso enfrente para mirar a nuestro agresor. Pude escuchar un tono enojado en un idioma extranjero que seguro no era ruso, por lo tanto no era Dimitri y dudo mucho que se cuele en nuestra habitación a esta hora del día.

– ¿Abe? – Pregunte sorprendida. Claro, era él. Abe se puso en pie colocando una mano en su espalda y nos miro molesto.

– Chicas no tenían que golpearme – Lanzo el almohadón a la cama – Pero veo que si pueden defenderse solas

– ¿Qué haces aquí viejo? – Se quejo Rose tomando el despertador – Son la ocho de la mañana. Quiero dormir

Me senté en la cama y ella se recostó cerrando los ojos.

– Rose íbamos a salir, ¿recuerdas? – Pregunto Abe golpeando los pies de Rose suavemente – Anda, vístete

– No… déjame dormir – Gimió Rose. Bostecé un poco y vi a Abe acercarse al armario – Vete viejo, necesitamos dormir

– Oh me gusta esto – Dijo él sacando el traje negro de cuero de Rose – Oh y estás botas negras. ¿Esto lo compraste en los tres días que estabas fuera?

Rose no respondió y yo asentí lentamente. Abe me miro sonriendo y luego lanzó la ropa en la cama, sobre Rose. Volví a bostezar.

– ¿Dónde irán? – Pregunte.

– Una salida padre e hija – Dijo sonriendo.

– No, no es cierto – Dijo Rose sin abrir los ojos – Déjame dormir Abe o te juro que las pagaras feo

Yo me reí divertida al ver a Rose mientras ella se acurrucaba en la cama un poco más. Abe comenzó a sacudirla y ella gemía cansada, yo me estaba riendo ante la escena que tenía encima. Justo cuando pensé que las cosas no podrían ponerse más divertidas Abe tomo a Rose de las piernas y la jalo hacia atrás, ella se sujeto de las barras de la cama para evitar que se la llevará.

– Venga Rose, ya no te resistas – Dijo Abe. Se rindió y me miro – ¿Estaría mal morder a mi propia hija?

Asentí divertida y Rose se sentó en la cama mirándolo indignada. Gruñó pesadamente y tomo el vestuario.

– Bien, bien – Camino al baño – Uhg viejo, deberías dejarme dormir. Primero me encierras y ahora me despiertas, ¿qué sucede contigo?

Me reí mientras ella seguía balbuceando un montón de cosas. Abe se sentó en la cama mirando la puerta del baño. Yo me volví a recostar en la cama para poder dormir nuevamente ya que Abe me había despertado anteriormente.

– ¿Por qué este traje? – Pregunto Rose una vez vestida.

– Te hace lucir sexy – Dije sonriendo mientras ella rodaba los ojos – Además, ¿no es que el usaste para pelear?

– Oh entonces es perfecto – Dijo Abe sonriendo – Aunque los tacones, sí podrían retrasarnos un poco

– Estos no eran míos – Dijo Rose mirando los tacones – ¿Los compraste tú?

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriWhere stories live. Discover now