40. La elección.

913 44 4
                                    

: Dimitri :.

Para nuestra suerte llegamos de día. Seguimos en auto la dirección del teléfono de Eddie y cuando llegamos vimos un edificio alto en medio de la nada, todo azul o celeste, da igual. Mire a Alberta y asentimos para entrar con estaca en mano. Rompimos la puerta de cristal y entramos por la fuerza encontrando a algunos Strigoi.

Tras encargarnos de ellos comenzamos a buscar a los demás, pero no llegamos lejos cuando otros Strigoi se nos acercaron. Esta vez había más. Pateé a varios, estaque a muchos, pero aún así lograron derribarnos.

Todo se volvió negro en cosa de segundos.

Sonreí al ver su una sonrisa en su rostro, era tan hermosa y era mía, mi chica salvaje. La abracé por la cintura mirando un hermoso atardecer. Ella coloco las manos sobre las mías y apoyo su cabeza en mi pecho.

– Es bonito, ¿verdad? – Preguntó sonriendo.

– Sí. Demasiado – Sonreí.

– Camarada – Roza me sonrió, tomándome las manos y mirándome a los ojos. Sonreí besándola en la frente – Te amo

– Y yo más. Te amo demasiado – Me besó en los labios. Correspondí el besó acercándola a mí con más fuerza. Cuando nos sepamos la abracé.

Todo lo que me rodeaba comenzó a volverse borroso.

– Roza – La llame viéndola borrosa y alejándose.

– Dimitri 

– Roza… 

– ¡Dimka

Una figura diferente comenzó a materializarse frente a mí, mi vista estaba tan borroso que me llevo tiempo saber que estaba sucediendo.

– ¿Roza? – Pregunté confundido.

La figura guardo silencio. Cuando se aclaro todo vi a Vika con una expresión asustada, preocupada y por si fuera poco con lagrimas en los ojos. Me senté, estaba en el suelo, y me toque la cabeza sintiendo un dolor punzante.

– ¿Qué paso? – Pregunté.

– Lo siento Dimka, enserio lo siento tanto – Dijo Vika llorando. Me abrazó con fuerza.

– Al parecer nuestro rescate fue interrumpido – Dijo Alberta seria – Nos han atrapado y nos han encerrado aquí

– Ya veo – Dije suspirando. Mire a Viktoria que aún lloraba en mi hombro, sin soltarme.

– Dimitri… hay algo que tenemos que decirte… sobre Rose – Dijo Janine seria.

Sacudí la cabeza y Vika me miró con las lágrimas.

– Hubo un ataque y todo lo que sabemos es que… ella está muerta – Dijo Vika llorando. Sonreí con pesar.

– Lo sé – Dije.

– ¿Lo sabes? – Karolina me miró sorprendida – ¿Cómo?

– Un… Strigoi me dijo que estaba muerta y no le creí… hasta que llame a Christian hace tres días y me lo dijo – Sacudí la cabeza. Me puse en pie buscando mi estaca, pero no la encontré.

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriWhere stories live. Discover now