29. Strigoi en Baia.

1K 39 6
                                    

.: Lissa :.

Estaba sentada con Christian en el sofá. Él estaba jugando con la consola al igual que Adrian. Los chicos se habían vuelto locos por esa consola, siempre estaban jugando con ella y no hacían nada más. Yo estaba tan aburrida que ya casi me quedaba dormida, las chicas estaban bañándose en la piscina y los padres de Rose habían salido para… en realidad no sé para que. Y Rose estaba desaparecida. Genial.

No me sorprendería que se haya escapado anoche después de cómo me miro asustada y me evadió para poder subir a la habitación. Me puse en pie para poder ir a comer algo, ya me estaba entrando hambre y cuando llegue a la cocina me detuve sorprendida. Rose había entrado apenas en la casa y venía con su ropa deportiva para entrenar, además de el cabello atado. Traía puesto unos audífonos así que no dijo nada, su mirada se poso en mí.

Yo quería decir algo, pero ella trago saliva y subió apresurada las escaleras. Trague saliva y entre en la cocina. Busque algo para comer, de una forma desinteresada, saque una manzana y me fui. Mirando las escaleras pensé que lo mejor era subir y verla, intentar hablar con ella, pero luego me recordé que Rose me tenía miedo y no me quería cerca de ella. Los dos primeros días fueron una tortura, cuando me acercaba ella salía arrancando y en ocasiones comenzaba a gritar. Ahora solo evitaba hablarme, me daba una mirada asustada y se alejaba enseguida.

Le había dado una mordida a la manzana cuando note que estaba demasiado dura para mi gusto así que me la quite de la boca y la mire. Las marcas de mis colmillos parecían dos agujeros incrustados mientras que mis dientes apenas se podían notar. Trague saliva y recordé esa misma forma, los colmillos, en el cuello de Rose. Lancé la manzana al basurero y luego me acerque a Christian que no comento nada ya que siguió jugando.

En la tarde, cuando era hora de almorzar, el padre de Rose dijo que tenía algo de que hablarnos así que esperaba a que estuviéramos todos juntos comiendo; sin embargo yo sabía que Rose no iba a estar con nosotros, en especial cuando ha evitado estar cerca de mí. Lo que me sorprendió fue que ella bajo y se sentó en la mesa. Estaba sentada frente a mí, se notaba incomoda. Sus sentimientos eran muy fuertes, fue la primera vez que los sentí demasiado. Ella quería que Abe hablara pronto para poder subir y alejarse de mí lo antes posible.

– Bien, hice unas investigaciones y resulta que hay un lugar, libre de Strigoi, al que podemos ir y sin duda alguna será como unas vacaciones – Dijo Abe sonriendo mientras jugaba con un tenedor – Les encantara, en especial a ti problemas

Rose apenas le dio una mirada y luego volvió a mirar la comida. No la había probado, solo estaba jugando con ella.

– Espero que sea volver a la corte – Dijo – Que alguien pueda tomar mi turno al servicio y alejarme de todos – Me miro seria – En especial de ti

Sentí un dolor horrible y Christian lo noto ya que fulmino a Rose con la mirada, estoy segura de que se iban a pelear, pero Eddie los detuvo enseguida. Abe miro a Rose fijamente y luego miro a Christian.

– De hecho no podemos volver a la corte – Dijo Abe – Lo siento – No parecía que lo sintiera realmente – Anímate niña. Iremos a Miami

– ¿¡Qué!? – Dijimos todos sorprendidos y emocionados.

– Que tontería – Bufó Rose – No podemos ir a Miami porque si lo olvidaste estamos siendo perseguidos por Strigoi y Robert. Nuestras vacaciones se acabaron en el momento en que nos subimos a ese auto para huir a Denver

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriOnde histórias criam vida. Descubra agora