Instintos de Dhampir, Rose y Dimitri

5. Un nuevo plan

                                .:Lissa:.
Abrí mis ojos lentamente cuando el sol golpeó en mis parpados débilmente. Estaba amaneciendo apenas. Me llevo un tiempo orientarme y recordar lo sucedido anoche. Ahora nos encontrábamos en medio de la carretera camino a Denver. Dios. Lo sucedido ayer fue un susto de muerte, solo espero que los Guardianes Petrov y Hathaway estén bien.

– Oh allí hay un local de comida – Escuche la voz de Rose.

Levante mi cabeza del hombro de Christian y parpadeé un poco preocupada. Ella estaba en el asiento del copiloto mientra Eddie manejaba. Todos en el auto estaban durmiendo, incluso Dimitri, ahora recuerdo que a la gran mayoría le tomo mucho trabajo dormirse después del ataque. Yo apenas si pude dormir ya que no dejaba de preocuparme de que el loco ataque en la carretera se repitiera.

– Están durmiendo – Dijo Eddie sin notar que yo apenas desperté – No podemos parar y despertarlos

– Entonces compremos algo para llevar – Dijo Rose tranquila – Si tenemos dinero, ¿verdad?

Eddie tardo en responder. Por un momento pensé que no teníamos nada, pero él suspiro y redujo la velocidad para entrar ene l estacionamiento del local de comida para los viajeros.

– Petrov y Hathaway metieron bastante dinero en una de las maletas – Respondió.

– ¿Maletas? – Pregunto Rose confundida.

– Antes del ataque ellas pensaron que era mejor asegurarse, sacaron un par de prendas de cada uno y lo metieron todo en algunas maletas, al igual que dinero –

– Eso explica porque no encontré mi chaqueta roja – Dijo Rose suspirando pesadamente – Iré a comprar

Ambos se bajaron del auto. Yo me quede allí sentada y luego recargue mi frente con la ventanilla del auto. Por suerte era de día y no había peligro. Escuche el maletero abrirse y luego cerrarse, para al cabo de unos minutos Eddie volvió a entrar al auto y se sentó en el asiento del copiloto cansado.

– Eddie – Lo llame.

– Ah Lissa – Sonrió.

– ¿Dónde estamos? – Pregunte preocupada.

– Como a dos horas de Denver – Sonrió levente – ¿Te sientes bien?

– Sí, solo… pienso en lo sucedido anoche – Suspire pesadamente – Fue una mala noche

– Y que lo digas – Suspiro él – Nos salvamos de una grande

Lo mire fijamente y sentí a Rose nerviosa. Mire al local preocupada sintiendo como los nervios se apoderaban de ella, pero luego se ocultaban para no ser demostrados. Quise entrar en su mente así como ella ya lo había hecho conmigo varias veces, pero no pude, por alguna razón no podía e imagine que fue por el cansancio. Pasaron cerca de diez minutos y la vi salir con cuatro bolsas grandes. Ella las dejo en maletero y subió al asiento del conductor con una en la mano.

– Buenos días Lissa – Me sonrió inocentemente. Eddie miro el interior de la bolsa y luego a Rose.

– Esto no es desayuno – Dijo él frunciendo el ceño.

– No vendían nada más – Negó con la cabeza – Además agradece que logre comprar. Ese viejo no me quería vender nada