37. Comienza el desastre.

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.: Lissa :.

Me moví incomoda en la cama abriendo los ojos lentamente. Pensé que me encontraría a Christian, pero vi a Rose durmiendo. Me levante con cuidado de no clavarle el codo y luego me pase una mano por el rostro. Bostecé y luego mire la puerta del baño abrirse. Christian acababa de salir con una sonrisa. Traía puestos unos jeans, estaba sin camisa, descalzo y se secaba el cabello con una toalla.

– Buenos días – Sonrió.

– Buenos días – Dije estirándome.

Lo mire tranquila y luego a Rose que seguía durmiendo. Me levante con cuidado de no molestar a Rose. Me senté en el borde de la cama y sonreí ligeramente, aun media dormida. Sentí los labios de Christian sobre los míos y luego me sonrió.

– Me sorprende que no sintieran la ducha – Se rió – Tienen el sueño pesado

– ¿A qué hora volviste? – Pregunte.

– Cerca de las once y algo – Busco una camisa en sus cosas – Ustedes estaban duermo así que no quisimos despertarla

– ¿Quisimos? – Pregunte. Parpadeé un par de veces y recordé que Rose iba a cerrar su cumpleaños con broche de oro: Dimitri. Supongo que el habernos quedado dormida se lo impidió – ¿Por qué no nos despertaron?

– Se veían muy cansadas – Dijo Christian sonriendo – Lo mejor era no hacerlo

Asentí lentamente y volví a mirar a Rose. Ahora recuerdo que nos quedamos dormidas porque estábamos cansadas después de haber limpiado la cocina completa por nuestro pequeño e inofensivo desastre. Rose fue la primera en quedarse dormida y luego lo hice yo al rato. Fruncí el ceño al ver una tarjeta cerca de ella y la tome. Tenía escrito «Roza» con un tipo de Letra muy hermosa. Levante un extremo de la tarjeta y la mire con una sonrisa. Era de Dimitri y se disculpaba con ella por no haber terminado juntos su cumpleaños, en cursiva estaba escrito «lo compensare» y finalmente le decía que la amaba.

– Que lindo – Dije sonriendo. Volví a dejar la tarjeta en donde estaba y me puse en pie para ducharme.

Después de una ducha rápida me vestí y le lancé un almohadón a Rose para que se levantara. Ella lo hizo a regañadientes y se fue a su habitación con la excusa de que se ducharía, pero yo sabía que probablemente solo se fue a una cama en la cual no puedan despertarla. Me reí un poco y luego baje solo para encontrarme con todos ya levantados.

– Hey, Lissa, que bueno que hayas despertado – Olena me miro con una sonrisa – Justo estaba pensando en Rose y en ti

– Puedo explicarlo – Dije rápidamente.

– Yo no – Vi a Rose aparecer ya vestida y despierta, bien despierta – Es decir, fue tu culpa

– No es justo – Le fruncí el ceño y ella me saco la lengua. Rose no dijo nada por un minuto. Hubo un silencio en que ella no dijo nada. Intercambiamos miradas desafiantes como si eso decidiera quien iba a dar su punto de vista primero, pero luego ella comenzó a reír a carcajadas.

– Fue mi culpa – Sonrió – Derrame accidentalmente la salsa y ella pensó que no lo fue

– Bien… yo no estaba pensando en el incidente de anoche – Negó con la cabeza Olena. Me sentí algo avergonzada, me sonroje y pude sentir que Rose también aunque ella no lo demostraba. Entonces Christian abrió la boca para preguntar, pero Olena lo interrumpió – Solo quería preguntarles algo

Instintos de Dhampir, Rose y DimitriWhere stories live. Discover now